Dos informes ya en marcha decidirán dónde colocar la Tortada de Goerlich

La respuesta tiene un plazo y es la entrega del proyecto de reforma de la plaza, adjudicado el pasado 13 de junio a los arquitectos Miguel del Rey e Ignacio Fuster con un presupuesto de 559.000 euros. El encargo tiene una duración de seis meses.

Hasta entonces, el servicio de Urbanismo tiene tiempo para decidir si es viable integrar los restos de una parte de la Tortada, reconstruidos con la técnica de la anastilosis, en algún lugar de la plaza del Ayuntamiento. Esto se hará previo estudio junto a Del Rey y Fuster. El arquitecto Javier Hidalgo, quien se encargó de la investigación sobre los restos de la Tortada, los situó en lugar de la estatua dedicada a Franscesc de Vinatea, a la altura del Rialto, aunque el mismo informe de Patrimonio Histórico señala que fue «fruto de la necesidad de plasmar formalmente en un documento la propuesta de ubicación dentro de la plaza, sin que sea este un emplazamiento definitivo». Por lo tanto, el servicio de Proyectos Urbanos debe estudiar esta posibilidad.

La segunda de las propuestas indicadas por Hidalgo y que ha sido aceptada también por el Ayuntamiento pasa por un tramo del jardín del Turia, en concreto el que enfrenta al Museo San Pío V. En primera instancia se planteó una zona próxima al puente de Serranos, aunque en el transcurso del trabajo de Hidalgo, Parques y Jardines tramitó el ajardinamiento del antiguo campo de fútbol.

En el tramo del San Pío V hay un jardín de esculturas incompleto desde hace años, por lo que para Patrimonio Histórico se trata de una opción «también muy interesante conceptualmente» al estar ligada al entorno cultural e histórico que rodea esta parte del jardín del Turia. Incluso hay vinculación histórica con el museo, dado que el arquitecto Javier Goerlich donó su colección de pintura al Museo de Bellas Artes.

Ambos servicios tienen ya todos los documentos relativos a la investigación de Hidalgo, en concreto la 'Propuesta de puesta en valor de la Tortada de Goerlich' junto con las recreaciones virtuales del conjunto escultórico. Las piezas originales se encuentran en depósitos municipales, aunque para completar habría que añadir otras de nueva factura, con la llamada anastilosis.

La recuperación de una parte de la Tortada es una iniciativa del actual gobierno municipal, lo mismo que ocurre con la reconstrucción del monumento dedicado a Sorolla, que se quiere hacer junto al paseo marítimo. El arquitecto Javier Goerlich, uno de los más importantes para el desarrollo de Valencia en el siglo XX, fue el autor de un diseño de la plaza del Ayuntamiento, entonces Emilio Castelar, que apenas duró tres décadas antes de que fuera demolida en favor de otra menos peatonal y donde predominaba el coche. Incluso había un estacionamiento en la zona central.

A pesar de un período tan corto, la Tortada se quedó en la memoria de los valencianos, lo que se quiere ahora recuperar. No será como en origen, dado que se abría hacia una planta sótano donde se situaba un mercado de flores. En este caso se ha decidido ya un monumento a cota de calle, con la columnata de dicho mercado, además de la balaustrada. El conjunto se completará con uno de los bancos que había alrededor, también recuperado en parte gracias a la investigación de Hidalgo. En los próximos meses, se sabrá si los dos departamentos implicados ven viable la propuesta, con lo que entonces la decisión de la ubicación definitiva en manos del gobierno municipal.