El calor no da tregua ni a turistas ni vecinos en Valencia
Altas temperaturas ·
Un Mercado Central repleto de abanicos y un centro de salud sin aire, dos caras de la misma moneda: la de un verano tórrido en ValenciaHace calor. Mucho. Muchísimo. El sudor se te pega a la ropa como una capa desagradable y cualquier actividad cuesta el doble. El día anima ... a tumbarse al lado de una masa de agua o bajo el aire acondicionado, pero de cualquier forma a tumbarse. Tras un nuevo repunte de las temperaturas, Valencia ha empezado a olvidar los días en que hacía frío, como si fuera una sensación que se ha ido para no volver. Denle tiempo al cambio climático, porque ocurrirá, pero por ahora sólo hace mucho calor. Y de esto no se libran ni turistas ni vecinos. Los unos pueden no darle demasiada importancia porque están de vacaciones y los otros están acostumbrados, pero todos sufren las consecuencias.
Que se lo digan si no a los miles de turistas que estos días patean una Valencia convertida en una sartén repleta de chanclas y pantalones cortos. Este miércoles, en el Mercado Central eran cientos los visitantes que, junto a la fiel clientela de la lonja más céntrica de la ciudad, paseaban entre paradas para disfrutar de la belleza del edificio modernista más impresionante del hemisferio norte (sin exagerar). Lo hacían a 29,2 grados, que era la temperatura que marcaban los termómetros de que dispone el mercado. Situados sobre las paradas, desde gerencia del mercado Cristina Oliete defendía que a pie de parada la temperatura era inferior. Ya saben, las neveras, los expositores... Esos 29,2 grados eran 3,5 grados menos que en el exterior, donde se superaban los 32 grados con una sensación térmica superior en la plaza del Mercado, que no tiene sombras ni por castigo. Pero lo normal en la mañana de ayer era ver a personas que se abanicaban como si les fuera la vida en ello, y es que quizá era así. Exageramos, pero no demasiado, porque según varios testigos la sensación era sofocante. Y sin días de poniente.
Oliete defendió que la climatización funciona a la perfección. «No ha habido ninguna avería, pero el mercado es un edificio abierto. Es inevitable que las temperaruas sean altas, sobre todo porque como es un edificio protegido no podemos poner las máquinas que nos gustaría para refrigerar el entorno», explica. Claro que si pudieran y luego las puertas permanecieran abiertas todo el día para dar servicio a clientes y turistas, no se podría bajar mucho la temperatura. Pero demos gracias por los pequeños milagros, deben pensar en el mercado: que siga haciendo calor mientras sigan entrando los visitantes.
Y es que de las altas temperaturas no se libra nadie. Ni los vecinos. A principios de mes ya hubo problemas en varios centros de servicios sociales de Valencia, donde hubo que poner ventiladores con hielo delante para refrescar en la medida de lo posible las dependencias. Y ahora ha sucedido lo mismo con una instalación aún más crítica si cabe: un centro de salud. En el de Nazaret, los vecinos han denunciado, a través de la asociación de residentes, la situación en la sala de urgencias de Enfermería, donde no funciona el aire acondicionado. «Nos consta que los profesionales ya han protestado», explica Julio Moltó, portavoz de la entidad. Este diario se puso ayer en contacto con la Conselleria de Sanidad para preguntar por la situación, pero no recibió respuesta al cierre de esta edición.
Soluciones creativas
Mientras, las altas temperaturas obligan a buscar soluciones creativas a quienes tienen que trabajar o a quienes disfrutan todavía de las últimas horas de sus vacaciones. Si a principio de verano se hizo común ver a gente con parasoles por la ciudad para proteger sus pieles del impacto directo del sol (y también del calor, aunque en menor medida), ahora los ventiladores portátiles o los dispensadores de agua en aerosol les han tomado el relevo, sobre todo para quienes están de vacaciones. Los más pequeños buscan zonas de agua, y tanto es así que en las fuentes con chorros del Parque Central, aunque está prohibido bañarse, es común encontrarse a niños de todas las edades. También los turistas, algunos al menos, aprovechan las fuentes y estanques situadas en distintos puntos de la ciudad para darse un remojón. Este verano los ha habido que han decidido bañarse en la fuente del Turia, en la plaza de la Virgen, ante la mirada del río antropizado que protagoniza la fuente.
Las temperaturas seguirán hoy altas, aunque se prevé cielo encapotado por lo que la sensación térmica podría mejorar. En el sur de Alicante sí subirán, sobre todo las máximas, mientras las mínimas bajan en todo la Comunitat. No saquen todavía el plumas, al calor y a nosotros nos quedan, como diría aquel, bastantes semanas de aguantarnos.
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