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Huertos de autoconsumo, junto al casco urbano de Benimaclet. jesús montañana
Benimaclet rechaza la propuesta de edificar 1.350 viviendas en la huerta

Benimaclet rechaza la propuesta de edificar 1.350 viviendas en la huerta

Los vecinos se muestran de acuerdo con el plan de Metrovacesa, pero reclaman una menor edificabilidad para rebajar algunas torres

P. MORENO

VALENCIA.

Sábado, 17 de noviembre 2018, 23:56

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La asociación de vecinos de Benimaclet rechazó ayer la propuesta de la empresa Metrovacesa para levantar 1.350 viviendas entre el casco urbano y la ronda norte. La entidad aboga por una reducción de la edificabilidad en los extremos del sector con unas torres más reducidas, que respeten más el paisaje de huerta actual, además de facilitar las conexiones con la parte situada al norte del bulevar.

«Es necesario bajar la edificabilidad porque el resultado en los extremos representa la construcción de bloques en altura que acaban constituyendo una barrera entre el barrio y la huerta. En la propuesta de Metrovacesa, a la que ha podido tener acceso la asociación vecinal, esta barrera se hace particularmente patente en las edificaciones que se plantean entre la calle Diógenes López Mechó y la ronda norte. El objetivo es que la ciudad se diluya al entrar en contacto con la huerta, no acentuar el contraste con la construcción de bloques de mayor altura que los existentes en el barrio», señaló ayer la asociación en un comunicado de la junta directiva.

Este plan urbanístico es uno de los pocos que queda por desarrollar en Valencia, debido entre otras circunstancias al litigio sobre el número de viviendas de promoción pública que deben incluirse. Las mismas fuentes admiten que la propuesta de Metrovacesa, que se postula como nuevo agente urbanizador en sustitución de Urbem, asume «básicamente las líneas de actuación contenidas en 'Benimaclet és futur', recogiendo así los frutos de un proceso de reflexión de varios años, durante los cuales Ayuntamiento y vecinos han puesto las bases de un urbanismo participativo».

«Ahora bien, esta propuesta mantiene toda la edificabilidad prevista en el Plan General. Por ello, la asociación vecinal de Benimaclet la rechaza y pide que no sea aprobada por parte del Ayuntamiento hasta que se produzca una reducción sustancial de la edificabilidad. Así se lo hemos comunicado en varias ocasiones al concejal de Urbanismo y al alcalde Ribó», añaden.

El PAI Benimaclet Este es el último trozo de suelo urbanizable que queda por desarrollar en la ciudad dentro de las rondas de circunvalación, después de que hace unos años se llevaran a cabo las urbanizaciones de Benicalap, Campanar y Patraix, y que ahora se esté construyendo en Malilla y esté en proceso de aprobación el sector del Grao. Para los vecinos, es «la última oportunidad de resolver la relación de nuestra ciudad con la huerta, asignatura pendiente en la historia del crecimiento de Valencia».

Por este motivo, afirman que Benimaclet ha sido tradicionalmente un pueblo de huerta que todavía mantiene cierta actividad y carácter agrario. También que la ciudad ha rodeado al antiguo pueblo de huerta dejando una grieta sin construir, espacio que con «los caminos históricos de Farinós y de les Fonts mantiene la conexión con la huerta, comprometida por el corte que supone la ronda norte, pero donde su impacto visual y acústico se puede y se debe amortiguar».

A juicio de los residentes, con las iniciativas de los huertos colectivos y autogestionados en funcionamiento desde 2013, con el concurso de ideas 'Benimaclet Est' convocado por la asociación vecinal en 2014 y con la Estrategia 'Benimaclet és futur' promovida por el Ayuntamiento, se ha planteado que esta parte de la ciudad «es la oportunidad de diseñar una zona de transición entre la ciudad y la huerta. Un espacio de convivencia entre lo construido y los valores que definen la huerta».

«Todo esto lo hace posible el nuevo diseño al liberar la zona central de los terrenos, con una superficie de 86.000 metros cuadrados, en la que se mantiene la rasante de la huerta», apuntan, aunque insisten en que es necesario rebajar la edificabilidad para construir menos viviendas de las previstas.

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