Los baños de la nueva plaza de la Reina, averiados apenas dos semanas después de la apertura al público

El problema es que estas instalaciones se abrieron a finales de julio y ya están creando problemas, ya que según denuncia el Partido Popular, están fuera de servicio desde el 10 de agosto, es decir, que la avería se produjo sólo dos semanas después de su apertura y todavía no se ha resuelto. Como detallan los populares, «los modernos baños públicos no funcionan desde hace casi un mes. Se cerraron el 10 de agosto y desde entonces siguen cerrados, apenas 11 días después de su apertura el 29 de julio».

Desde el Ayuntamiento de Valencia reconocen que la clausura al público de los baños instalados en la remodelada plaza de la Reina se debe a un nuevo acto vandálico.

En concreto, detallan que se han tenido que cerrar al público porque debido a un acto vandálico se ha roto una pieza del mecanismo de la puerta y, que por eso, no pueden estar a disposición del público. Y añaden que se reparará lo más rápidamente posible, si bien esta clausura de los baños se registró el 10 de agosto y todavía no se ha solucionado, a pesar de que han contado con suficientes días para hacerlo.

No hay que olvidar que no es el primer acto vandálico que se registra en la polémica plaza, ya que en la madrugada del 9 de agosto agentes de la unidad UCOS de la Policía Local denunciaron a dos jóvenes de 27 y 29 años como autores del acto vandálico de los grafitis que pintaron en el mobiliario público, concretamente en el nuevo edificio que alberga los baños públicos.

En aquella fecha los dos jóvenes trataron de huir cuando fueron sorprendidos, abandonando sus bolsas con los sprays de colores, pero fueron posteriormente interceptados en la calle Cabillers con restos de pinturas en las manos del mismo color que las pintadas de los baños y los agentes levantaron actas de infracción.

En el Consistorio valenciano no han sabido aclarar si este nuevo percance, con la rotura del mecanismo de la puerta de los baños se debe a un segundo acto vandálico o si es también consecuencia del primero.

Cabe recordar que el acceso a estos baños públicos ahora averiados es gratuito y se puede acceder y abrir la puerta después de solicitarlo en el interfono instalado en la zona. Dentro hay un baño y un lavabo adaptado para personas con movilidad reducida. Y el grifo existente no tiene temporizador, como sí se hace ahora en muchas modernas instalaciones, por tanto, existe el riesgo de que se despilfarre agua. Desde el PP lamentan que ya haya deficiencias en esta polémica plaza «y más cuando ha generado muchos rechazos por la falta de sombra y zonas verdes».

Además, los populares ya denunciaron que el aparcamiento subterráneo se abrió con muchas deficiencias para los trabajadores municipales. El concejal popular Carlos Mundina afirma que «no hay baños para los trabajadores en el parking subterráneo, tampoco un comedor para su tiempo de desacanso ni tampoco mobiliario en las oficinas del aparcamiento que gestiona la Empresa Municipal de Transportes (EMT)».

El concejal Mundina denuncia que sigue siendo un despropósito. «Se ha abierto sin antes consensuar las mejoras que se precisan con los vecinos y con deficiencias tanto en el aparcamiento, como en la propia obra, y un ejemplo de ello es el cierre de los baños públicos».

El edil popular ha señalado que «el exceso de zonas sin sombras y la aridez es una práctica y dinámica habitual en los proyectos que están llevando a cabo el gobierno de Ribó y del PSOE. Lo hemos visto en la plaza de la Reina y también en la de San Agustín».

Asimismo Mundina añade que «a esta dinámica de aridez se une también el feísmo de algunos proyectos como la reforma provisional de la plaza del Ayuntamiento que ha costado más de un millón de euros o el galimatías que han hecho en la avenida de Pérez Galdós donde la gente no sabe por dónde debe de andar y que también ha costado un dineral, concretamente 750.000 euros».

Por su parte, desde la asociación de Comerciantes del Centro Histórico explican que «en su día ya dijimos que estos lavabos tenían que estar controlados, como ocurre en el resto de Europa, que hay personas que revisan el acceso». Y añaden que «mantendría los baños limpios, evitaría el vandalismo y crearía empleo entre colectivos por ejemplo que tiene difícil la inclusión».