El Ayuntamiento encarga un estudio para ordenar las construcciones en El Perellonet

El objetivo, según se explica en el expediente que pasará este miércoles por comisión de Urbanismo, es «establecer criterios claros de desarrollo, dictados con una visión de conjunto y que, dentro de la normativa vigente, permitan dotar de coherencia organizativa, formal y funcional a la zona de El Perellonet, a la obra urbanizadora y a la propia ordenación urbanística».

Añaden que también se pretende «mejorar las actuales condiciones de acceso y circulación, que proporcione una dotación mínima de equipamientos para servicio de la población residente, y que permita afrontar la situación de del parque edificado cuya promoción resulte, además atractiva para la iniciativa privada».

A la hora de justificar la necesidad de un estudio para establecer criterios de cómo seguir edificando en El Perellonet, en el expediente se recuerda que cuando se aprobó el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Valencia, en 1988, se dejó diferido el planeamiento de El Perellonet. «Se dejó el plan diferido para su posterior ordenación mediante planes especiales de reforma interior que en su mayor parte deberían ser promovidos y gestionados por la propia Administración», según reza en el expediente.

Se detalla que se establecieron diez sectores y que en ocho de ellos se pensó inicialmente que el desarrollo sería público y en dos casos privados, aunque al final tres del bloque de los ocho citados no se desarrollaron por el sector público, sino por el privado.

Se argumenta que sólo cuatro se han desarrollado, y de forma parcial, y que otro tiene un planeamiento aprobado, pero no se llegó a impulsar «y si contamos, además, los sectores ordenados antes de la entrada en vigor del PGOU y que cuentan con planeamiento asumido por este, son 18 los ámbitos diferentes de planeamiento, cada uno de ellos en una situación urbanística distinta». Y citan sectores como el de la gola de Perellonet como «pendiente de ordenación», el del barrio de pescadores del Carmen, como «pendiente de ordenación», al igual que el de la calle Cabrestante o el de Toldilla.

A la hora de justificar la necesidad de establecer unos criterios de crecimiento, se argumenta en el informe que El Perellonet «necesita una planificación que mejore en lo posible las actuales condiciones de acceso y circulación en la zona, que proporcione una dotación mínima de equipamientos para servicio de la población residente, que permita afrontar claramente la situación del parque edificado».

Y para demostrar el interés de potenciar la promoción privada añaden que el hecho de establecer criterios claros hará que «la promoción resulte, además, atractiva a la iniciativa privada. Debido a la sectorización que se produjo con el Plan General de 1988, la situación urbanística de los terrenos en el ámbito del Perellonet es diversa».

En el mismo informe se incluye la idea de que durante «los más de treinta años de vigencia del Plan General el Ayuntamiento de Valencia no ha conseguido completar la ordenación, que todos los sectores que se han desarrollado lo han sido por iniciativa privada y que, además, las ordenaciones aprobadas lo han sido sin una visión unitaria del problema y con defectos graves de coordinación».

Por eso insisten en el tema de que si en el pasado la ordenación fue privada, «la conclusión que parece extraerse de todo este proceso es que la potencial participación de la iniciativa privada puede constituir un buen revulsivo para terminar de urbanizar la zona».

Llegado este punto, añaden que para que ese nuevo impulso resulte «eficaz, dicha participación requiere establecer previamente unos criterios de ordenación claros que ayuden a los promotores en sus propuestas y garantice el interés y la calidad de unas soluciones que deben adoptarse con una visión global del problema y enfocadas a solucionar los problemas de toda la comunidad» y que es importante fijar de antemano la edificabilidad.

De hecho, se apunta que «si de lo que se trata es de incentivar la participación privada» se tiene que determinar la edificabilidad como «dato fundamental que cabe fijar de antemano, puesto que constituye el contenido económico del plan».

Se habla también de la necesidad de reservar suelo suficiente para atender los estándares de aparcamiento establecidos en la legislación urbanística; prever dotaciones en suelo urbano y poner en valor los elementos susceptibles de albergar valores culturales.

Incluso se cita la peculiaridad de las viviendas de Marqués de Valterna, las casas de pescadores. «La peculiaridad del conjunto merece un estudio previo en el que se determine su posible valor cultural y, en su caso, el alcalde y medidas de protección que merezca. Sobre todo en relación con uno de los módulos concebido desde su construcción para albergar la ermita de Nuestra Señora del Carmen de El Perellonet, y con las pocas agrupaciones de vivienda que conservan la volumetría e imagen original».

También se recuerda que en la zona hay barracas tradicional que «responden al tipo de barraca valenciana y, cuyo valor cultural, debe de ser estudiado».