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El CVC apoya el derribo de Agrónomos a pesar del rechazo de los arquitectos

El CVC apoya el derribo de Agrónomos a pesar del rechazo de los arquitectos

La entidad argumenta que el conjunto de Moreno Barberá había sufrido modificaciones y no fue protegido por el Plan General ni en 2006

P. MORENO

Martes, 23 de febrero 2021, 01:18

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valencia. El Consell Valencià de Cultura (CVC) se posicionó ayer a favor de los derribos de la antigua escuela de Agrónomos, obra de los arquitectos Fernando Moreno Barberá y Cayetano Borso di Caminati, en un pleno que dio cuenta de un informe elaborado a petición del PP y Cs. En total, 16 consejeros votaron a favor de lo que ha hecho la Generalitat para ampliar el Hospital Clínico y cinco lo rechazaron.

El resultado de la votación contrasta con el rechazo reciente del Colegio de Arquitectos de Valencia, entidad que defendió el mantenimiento de todo el inmueble como la única manera de entender el valor de todo el conjunto patrimonial, considerado uno de los referentes en la ciudad del llamado Movimiento Moderno.

Pese a opiniones tan prestigiadas como la citada, la Generalitat aprobó una resolución que dio vía libre a las demoliciones con una serie de condiciones, como que el nuevo inmueble respete los valores arquitectónicos de los pabellones desaparecidos.

El PP lamenta que la entidad no se pronuncie con la documentación sobre el plan del campus de Blasco Ibáñez

La petición de los dos partidos se referían a las aulas y talleres donde se realizaban las prácticas, en la parte recayente a la calle Menéndez Pelayo, aunque en realidad las demoliciones se han extendido ya hasta la fachada que daba a la avenida Blasco Ibáñez. Todo es un solar y las empresas han comenzado a excavar en esa zona un patio inglés para dar iluminación a la planta sótano del futuro centro hospitalario.

El informe fue defendido en el pleno por el consejero Vicente González Móstoles, exconcejal socialista de Valencia y también arquitecto. Indica en sus conclusiones que el «conjunto de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y la Escuela Universitaria de Ingeniería Agrícolas, construidos entre 1962 y 1967, ha padecido alteraciones severas desde su finalización, perdiendo buena parte de su traza, el juego de volúmenes y los perfiles urbanos, fundamentalmente después de la instalación de la Facultad de Psicología.

Otra de las razones que esgrime el informe es que la «protección patrimonial invocada por los peticionarios sólo recae expresamente sobre los cuerpos en altura, según la modificación del Plan General de 2006, que además permite la elevación de un cuerpo de cinco alturas en la traza de las naves subsistentes después del derribo, lo que obviamente presupuesta ausencia de protección patrimonial y comporta su demolición previa». Además, concluye, la «controversia no ha existido ni en el Plan General de 1988 ni en su modificación de 2006».

El concejal del grupo popular Juan Giner lamentó que el Consell Valencià de Cultura opte, al igual que la Dirección General de Cultura, por «emitir varios informes, que pudieran resultar contradictorios entre sí, en lugar de resolver simultáneamente sobre las dos solicitudes registradas por el Partido Popular».

El edil recordó que «ampliamos a principios de mes su primer escrito sobre los derribos tras tener acceso a nueva documentación y después de conocer el borrador del Plan Especial de Protección de Blasco Ibáñez. «Carece de toda lógica que no haya resuelto conjuntamente sobre ambos escritos», alertó el concejal sobre la resolución.

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