Borrar
Urgente El precio de la luz sigue a la baja este Viernes Santo: las horas que costará menos de 1 euro
La falta de una intervención ha provocado que crezcan hasta malas hierbas en las cornisas del edificio protegido

Ver fotos

La falta de una intervención ha provocado que crezcan hasta malas hierbas en las cornisas del edificio protegido Jesús Signes

El abandono y la suciedad se adueñan de las fachadas del Mercado Central

El Ayuntamiento rechaza reparar las goteras al alegar que se trata de un recinto autogestionado, mientras se degrada más el edificio protegido

Paco Moreno

Valencia

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Martes, 25 de septiembre 2018, 14:22

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Matorrales, suciedad y una pelusilla opaca forman una pátina en las fachadas del Mercado Central que desmerecen mucho el estado que debe presentar uno de los edificios modernistas más representativos de la ciudad. Ya no es sólo por las obras en la plaza Ciudad de Brujas, sino que en todas las caras del inmueble inaugurado en 1928 se presenta un abandono evidente.

«Lo hemos pedido al Ayuntamiento varias veces, prácticamente en todas las reuniones, pero de momento sin resultado». Fuentes de los vendedores del mercado añaden que se están haciendo también cargo de la reparación de las goteras en las cubierta, otro flanco abierto en la conservación del edificio protegido.

El Mercado Central está en régimen de autogestión desde 1987, aunque los vendedores entienden que la conservación de las fachadas y de las cubiertas debe formar parte de las inversiones habituales del Consistorio. De momento, sin éxito.

La parte más visible de la suciedad es la que recae a la plaza Ciudad de Brujas, dado que las fachadas de enfrente están más alejadas y, por lo tanto, el paisaje es visible a simple vista. Las cristaleras y las lamas que forman la fachadas carecen de cualquier brillo. Es más, la suciedad se amontona en los perfiles metálicos y los azulejos, con los consabidos matorrales creciendo en lugares inaccesibles.

Las tarifas y subvenciones cubren sólo el 70% del presupuesto que necesita el mercado para funcionar

Este mercado tiene 300 comerciantes y es uno de los pocos de la ciudad que son autogestionados, es decir, que los vendedores son los responsables de una serie de servicios. Cada año el presupuesto roza los 1,5 millones de euros, de los que el 65% sale de las tarifas que abonan los titulares, lo que en otros recintos sería la tasa a pagar al Consistorio.

El 35% restante se divide en un 5% de ingresos por subvenciones del Ayuntamiento y la Generalitat, mientras que un 30% queda a expensas de la gestión de los vendedores, como el alquiler para eventos, campañas de publicidad y otros tipo de ingresos propios.

Ante ese panorama, desde la asociación indican que no pueden hacerse cargo de la limpieza y las obras que necesiten las fachadas. En la última petición formal, comentaron, la concejalía de Mercados les dirigió a la delegación de Patrimonio, al tratarse de una propiedad municipal. «De allí nos indicaron que debíamos hablar con la empresa contratada para la limpieza y mantenimiento, donde nos dijeron que carecían de presupuesto para esto», afirmaron.

Esta particular procesión de despacho en despacho ha sido la gota que ha colmado la paciencia de los vendedores, que no se plantean afrontar la limpieza de su bolsillo. «Cuando Valencia fue designada capital mundial de la alimentación, entonces dijimos que lo más adecuado sería una intervención general para embellecer el edificio, pero no hubo manera», comentaron.

Fuentes municipales no aclararon si el gobierno municipal se hará cargo de estas obras, que requieren un proyecto previo para comprobar que las piezas de la fachada no necesitan de consolidación. Lo que sí está claro es que el Consistorio rechazó hacerse cargo de la reparación de goteras en la cubierta.

«Las estamos reparando nosotros, poco a poco», apuntaron, pese a que tienen el mismo convencimiento que con las fachadas, es decir, que corresponde al Ayuntamiento al ser una propiedad municipal. Hace una década, el inmueble se benefició de la reforma de la pescadería y del suelo del resto, además de la estructura que sujeta la cubierta. Entonces se consideró una inversión municipal, lograda con ayudas estatales.

El Mercado Central está declarado Bien de Interés Cultural desde 1983, la máxima categoría de protección patrimonial. La normativa establece la obligación de las Administraciones públicas en la conservación y buen estado de este tipo de inmuebles, como sucede por ejemplo con la Lonja. No ocurre lo mismo con este mercado, donde las dudas son constantes debido a su carácter de autogestión. Dudas para el gobierno municipal porque los vendedores lo tienen muy claro.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios