El abandono se extiende por las calles de Cruz Cubierta

Domingo, vecino de la calle San Vicente Mártir, indica sobre esto último que los montones de basura crecen sin parar. «Nos dijeron en el Ayuntamiento que este mes limpiarían todo, pero no tenemos noticias», comentó, para recordar el incendio de una chabola en la parte más antigua del barrio, alrededor de las calles Manuel Arnau y Altamira.

«Es distinto si vives en la calle San Vicente Mártir o en otra zona, aquí es peor», asegura, para citar como ejemplo el precio de la vivienda. «Tengo dos pisos, uno para mi hija, y a veces piensas en venderlo para irte a otro lugar, pero no nos darían ni la mitad de lo que costaron», asegura.

Desde la asociación de vecinos San Vicente Mártir-Bulevar Sur, Jaime también pone el énfasis en las fiestas junto a las vías del tren. «El ruido no molesta porque están lejos de las viviendas, aunque otra cosa es la insalubridad». Por esa razón han pedido al Ayuntamiento que instale wáteres portátiles y grifos de agua potable. «Al menos que estén en condiciones», señala.

José Navarro, portavoz de la asociación vecinal, cita situaciones como las viviendas en la calle la Rambleta, donde los restos de un árbol han estado «dos semanas tirados en el suelo a la espera de que fueran retirados. «No es un caso raro, suele pasar».

La falta de poda se une a las aceras levantadas, con lo que algunas rutas peatonales son impracticables. «Los vecinos débenos romper algunas ramas para poder pasar», asegura. El dirigente vecinal añade que esto sucede en la calle Tomás de Villarroya, desde la calle San Vicente Mártir hasta el cruce con Carteros. «Es imposible caminar con tranquilidad», señala.

En el barrio se realizan unas obras de urbanización importantes, en concreto en un antiguo cuartel. Los solares servirán para la construcción de 600 viviendas de promoción pública, así como para un colegio público, ahora en barracones en la calle Gaspar Aguilar. «Pero eso no soluciona los problemas que tenemos ahora», comentó Domingo.

En una visita del alcalde Ribó al barrio la semana pasada, una ruta de Compromís por varias zonas de Valencia, representantes de la entidad vecinal le hicieron ver todos estos problemas. «Nos contestó que el problema de los jardines y los árboles era por la anterior contrata, pero que han adjudicado una nueva con la que empezar a trabajar. Eso sí, nos dijo que le harían falta de tres a cuatro semanas». En cuanto a lo que ocurre en el interior de la antigua fábrica, señaló que «lo desconocía y que intentaría poner solución», señalaron.

Las quejas constantes en el barrio se han centrado estos años en el botellón, los incidentes generados alrededor de una discoteca, las aceras estrechas y el alumbrado público deficiente, entre otros. «Las ocupaciones ilegales deben resolverlo como sea», subrayaron, para destacar que en la fábrica queda todavía un edificio en pie». «Es un problema de seguridad para todos, por lo que deben derribarlo y evitar así el riesgo. El acceso a la explanada se produce desde la parte del bulevar sur, sin urbanizar a la espera de un plan urbanístico que está en revisión por el Ayuntamiento, el del Parque Central.