Accesos y espacios a prueba de llamas

valencia. Las labores de prevención de incendios no atañen únicamente a la silvicultura para el acondicionamiento de los árboles y arbustos para reducir la vegetación y por ende, la probabilidad de su quema. Existen otros planes de actuación o prácticas que mejoran el entorno y reducen la probabilidad de que se propague un fuego con mayor rapidez.

Es el caso de la franja perimetral que, de forma obligatoria y determinado por ley, se encarga de mantener a salvo los edificios aislados e instalaciones que tengan contacto con el bosque. Con un ancho de 25 metros, esta es la distancia que debe guardar la zona forestal con la urbanizada para evitar que un incendio afecte a las viviendas y, por lo tanto, a las personas que en ella habitan.

Es decir, en este perímetro no debe haber vegetación seca y los árboles deben estar podados de manera adecuada y mantener una distancia mínima de seis metros entre ellos. Además, en el caso de las urbanizaciones se deben seguir otras pautas en materia de prevención de incendios.

Los viales de acceso tienen que facilitar el paso de los bomberos para permitir su labor de extinción, así como la evacuación de las personas en caso de que sea necesario. Por otra parte, siempre que fuera posible debido a las infraestructuras, tendría que haber dos vías públicas diferentes, una de acceso y otra de salida, cada una con un mínimo de tres metros de anchura útil aproximadamente. En caso de que sólo se tuviese un único vial de acceso, éste debería tener una anchura mínima de cinco metros, más los arcenes.