El plan antisequía del Consell en Valencia no estará listo hasta dentro de cuatro años
La Generalitat ayudará a buscar agua subterránea mientras se conecta la depuradora de Pinedo con el interior
DANIEL GUINDO
Viernes, 26 de febrero 2016, 19:52
La Generalitat tiene un plan para atajar la carestía hídrica que sufre el interior de la provincia de Valencia: canalizar agua depurada desde la planta de Pinedo. El problema, sin embargo, radica en los plazos, puesto que el proyecto no estará completamente operativo hasta dentro de unos cuatro o cinco años, cuestión que no acaba de satisfacer a los regantes, que urgen soluciones inmediatas.
Sin embargo, y para atenuar la espera y ayudar a paliar la sequía que sufre la comarca de la Hoya de Buñol, la zona del río Magro o el entorno de Utiel-Requena, el Consell ha activado una línea de subvenciones para realizar sondeos con los que buscar agua subterránea que sirva, al menos de momento, para aliviar la delicada situación por la que atraviesa la zona.
En concreto, según explicó ayer a LAS PROVINCIAS el director general del Agua, Manuel Aldeguer, la Generalitat calcula que estas zonas requieren unos 45 hectómetros cúbicos de agua anuales para cubrir sus necesidades hídricas y tratar de recuperar los acuíferos de los que se abastecen hasta ahora, y que están atravesando ya por una preocupante situación de sobreexplotación, como ya avanzó este diario. Esta cantidad podría suministrarse desde la depuradora de Pinedo, puesto que la citada planta ya está conectada a través de una canalización con el municipio de Benifaió, infraestructura que, en la actualidad, no está siendo utilizada. El plan consistiría en prolongar esta canalización hasta el interior de Valencia, lo que supondría un coste de entre 20 y 30 millones de euros, según los cálculos de Aldeguer. «Vamos a iniciar los estudios este año y a buscar financiación», aseguró el director general, quien recordó que ya se están en marcha hasta tres líneas de subvenciones para realizar sondeos en la zona con los que buscar recursos subterráneos alternativos mientras se ejecuta la obra.
En esta línea, concretó que «hay que hacer números» y estudiar muy bien las zonas por las que transcurrirían las canalizaciones, puesto que existe un desnivel de más de 400 metros. Este es otro de los problemas a los que se enfrenta la Generalitat: el coste final que tendría el agua al incluir el gasto energético necesario para la depuración y para el bombeo con el que salvar el citado desnivel. Para atenuarlo, la Generalitat está buscando financiación estatal y europea para instalación de sistemas fotovoltaicos que reduzcan el consumo eléctrico, no sólo para la planta de Pinedo, sino también para el resto de depuradoras (especialmente las alicantinas) y las desalinizadoras. En el caso de la de Torrevieja, por ejemplo, el objetivo es reducir por debajo de los 30 céntimos el precio del metro cúbico de agua.
Además, con el reaprovechamiento del agua de las depuradoras, según Aldeguer, se atajaría también el problemas medioambiental que supone para la costa el vertido de unos 200 hectómetros cúbicos de agua de estas plantas. «Esto supone echar al mar 4.500 toneladas de nitratos y 500 de fosfatos, lo que genera un impacto terrible», advirtió.
Por su parte, desde la comunidad de regantes de Chiva lamentaron que la solución propuesta por la Generalitat «sea tan a largo plazo» e insistieron en que el trasvase de agua desde cuencas excedentarias habría sido la solución definitiva.