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Los vecinos de Antonio Rueda denuncian la suciedad del barrio y la inseguridad

Los residentes lamentan que el Ayuntamiento se acuerde de ellos sólo para cambiar nombres de calles franquistas

LOLA SORIANO

Domingo, 24 de enero 2016, 23:46

Están a un paso de la avenida del Cid, de la piscina del parque del Oeste y de la avenida Tres Forques, pero el grupo de viviendas Antonio Rueda pasa desapercibido en el día a día de la ciudad, ya que su arquitectura no es llamativa y apenas hay comercios, pero ahora se han convertido en protagonistas tras el anuncio del Ayuntamiento de que 29 de las 41 calles franquistas que se van a sustituir por nuevos nombres, varios de ellos por mujeres activistas o republicanas, serán en este grupo residencial, casi la totalidad de sus vías.

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Si bien el Ayuntamiento ha matizado que durante un tiempo se mantendrá en el cartel el nombre viejo y el nuevo, la medida ha generado polémica entre los residentes. Lo primero que les ha sorprendido es que «nadie nos ha consultado. Ni ha habido un proceso participativo para ver qué pensábamos», explican muchos de los vecinos. «No nos han avisado. Está claro que si los políticos mandan una cosa, eso irá a misa, digamos lo que digamos. Yo no soy franquista y no estoy ni a favor ni en contra de la medida y no nos vamos a oponer, pero sí supondrá un lío para los cambios de dirección y los bancos», explica la presidenta de la asociación de vecinos de Antonio Rueda, Mari Carmen Rodríguez.

La representante vecinal explica que estaría bien que se acordaran del grupo Antonio Ruedas para otras cosas. «En esta parte del barrio sufrimos una gran decadencia. El Ayuntamiento nos ha tenido abandonados y sólo vienen a arreglar las cosas a fuerza de insistir mucho los vecinos, haciendo llamadas o enviando escritos a la Policía».

Uno de los principales problemas que explican los residentes es la falta de limpieza. «Tenemos gran suciedad. Creo que sólo hay un barrendero. Eso es insuficiente. Los jardines están muy descuidados y tenemos ratas. Si te descuidas entran en las casas», explica Elena Villar, vecina del barrio.

Jardines sin mantenimiento

La presidenta vecinal, Mari Carmen Rodríguez, indica que después de «mucho insistir y de hacer llamadas, están viniendo a podar, pero los jardines están muy mal. Hasta ahora sólo se pasaban por Tres Forques, que es lo que se ve, y el resto nada. La gente pasaba por las aceras y se tropezaba con las ramas. Ahora han empezado a arreglarlo».

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Hay un jardín, en la calle Carmen Tronchoni, que está hecho «una vergüenza. Está abandonado. Es la zona donde la asociación pone la cruz de mayo y las ramas de los árboles caen encima y no permiten ver nada. Los setos secos y han quitado parte de la valla». Y en calles como Guillem de Espuig hay árboles secos.

Pero este no es el único problema. A la deficiente limpieza y mantenimiento de los jardines, añaden el de la inseguridad. «Tenemos una instalación deportiva donde venían grupos de gente a jugar partidos y al final era una tapadera donde vendían ropa y comida de forma ilegal. Incluso la Policía acabó poniendo multas». Pero, según denuncian, «para evitar este problema quitaron la luz de las farolas de calles como Alfredo Culla o J. Valero de Palma y ahora tenemos inseguridad», detalla Mari Carmen Rodríguez.

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Según detalla, «está todo oscuro, la gente ni se atreve a pasar por esas calles». Rodríguez exige que «nos conecten la luz, porque no podemos estar a oscuras y sufrir inseguridad en el barrio. Si vuelven a ocupar las canchas para lo que no toca, que acuda la Policía y que multe».

La presencia de roedores es otro tema pendiente. «Sí que ponen trampas para cucarachas y ratas, porque lo he visto, pero esta es una zona que fue huerta con acequias y ese problema está ahí», añade la portavoz los residentes.

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Algunas madres de alumnas de un centro escolar del barrio añaden el lamentable estado de los viales. «Hay varias calles con socavones en la carretera. Deberían pasarse por la zona y arreglarlo», comentan Isabel Sanguino y Rosi García. En definitiva, los vecinos quieren no sólo figurar en la agenda municipal para cambiar el nombre de calles, sino también para que se haga cargo de la gestión del día a día de las 1.000 viviendas de esta zona.

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