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La inteligencia cabe en un hilo

El Proyecto Jacquard quiere crear tejidos realmente interactivos insertando tecnología en las hebras de las prendas

Michael McLoughlin

Sábado, 18 de julio 2015, 07:58

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Desde la irrupción de los llamados 'smartphones' el gremio de la tecnología ha asistido a un bestial proceso de miniaturización. Un fenómeno que ha conseguido encajar las prestaciones de cámaras compactas o reproductores de MP3 en diminutos componentes que entran en terminales de apenas unos milímetros de grosor. En cambio, a día de hoy, esta potente industria tiene sus ojos en el mundo de la moda.

En los últimos tres años un puñado de multinacionales ha emprendido una carrera frenética por hacerse con el trono de los 'wearables'. Relojes, gafas o pulseras cuantificadoras. Esa es la punta de un iceberg, el de la tecnología vestible, que promete esconder en su interior miles de millones de euros en los próximos años.

Sin embargo, la maquinaria no parece detenerse ahí y algunos se proponen hacer el más difícil todavía. Imaginen gran parte de la ingeniería encargada de hacer funcionar un teléfono móvil enhebrada en hilo para dar forma a una nueva generación de prendas interactivas. Eso es lo que pretende el 'Proyecto Jacquard'.

Esta iniciativa ha sido puesta en marcha en los laboratorios de ATAP, una especie de división de Google para gestionar el legado de patentes e innovaciones heredadas de Motorola. Su existencia se conoció en la pasada conferencia de desarrolladores del buscador cuando se hicieron las primeras demostraciones.

Su funcionamiento es relativamente sencillo, ya que, de momento, el objetivo es crear paneles de tela que sirvan para interactuar con nuestro terminal sin necesidad de sacarlo del bolsillo o de la mochila. Para ello, se utiliza un hilo conductor que combina aleaciones metálicas trenzadas con fibras textiles, lo que permite que, a pesar de ser un material duro y resistente, se sienta natural al tacto.

De momento, ATAP ya ha conseguido firmar una alianza con Levis, el mítico fabricantes de vaqueros, para implementarlo en los próximos meses. Y es que aunque la ropa conectada no es algo nuevo, el concepto del Proyecto Jacquard es llevarla a prendas normales y corrientes, de las que se pueden ver en cualquier escaparate del mundo.

"Lo que esta tecnología realmente puede llegar a hacer depende en gran parte de los usuarios y los diseñadores", asegura Ivan Poupyrev, uno de los creadores de la idea, quien espera que la llegada al mercado traiga "nuevos usos" para esta tecnología todavía en estado prematuro. Uno de los principales problemas es el color de las hebras. De momento solo se ha conseguido un tono azulado, más allá del metalizado inicial.

Sector médico y deporte

Hasta el momento, la moda inteligente apenas había salido del armario y sus principales usos estaban destinados al sector médico o al deporte. A partir de ahí, todo parecía algo estrafalario. Compañías como Athos han creado prendas capaces de monitorizar los entrenamientos y enviar en tiempo real a una aplicación el ritmo cardiaco y la presión sanguínea, así como una serie de valores que pueden ayudar a mejorar el rendimiento.

FirstVision es un proyecto español que ha integrado una cámara en camisetas para revolucionar las retransmisiones deportivas. Finalista en el concurso de 'wearables' de Intel, este invento ha sido utilizado ya, entre otros eventos, en dos partidos de Euroliga. En la primera ocasión, fueron los árbitros encargados de dirigir un Barcelona-Real Madrid quienes las utilizaron. El pasado mes de abril fueron los jugadores del Zalgiris en un encuentro contra los pupilos de Pablo Laso.

El calzado también está modernizándose gracias a la tecnología. El catalán Xavier Verdaguer, instalado desde hace años en Silicon Valley, creó unas zapatillas capaces de sincronizarse con Google Maps para emitir una pequeña vibración que indicara el momento en que había que girar a izquierda o derecha cuando uno iba en bici o andando por la calle.

De la misma forma, la española Callahagan ha instalado sensores en algunos de sus modelos que se pueden conectar al PC para planificar rutas para tonificar o fortalecer el corazón.

En esta línea, Nike se prepara para crear el calzado del futuro y ya investiga para dar forma al concepto 'shift sneaker'. Se trata de unas zapatillas que cambiarían de color fácilmente, solo con escogerlo desde el móvil. Esto permitiría por ejemplo que los 'runners' escogiesen un color brillante cuando saliesen a correr de noche o poder combinar nuestro calzado al gusto cada día.

"Este concepto explora lo que puede venir en el futuro cercano, algo basado en diferentes materiales que solo existen a nivel industrial, y otros materiales como fibras que cambian y metamateriales que deben crearse", dijo Miike Veitch, uno de los socios de la compañía +rehabstudio, responsable de la idea.

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