El triste final del teclista de 'Mocedades'

Pero a la familia del teclista nadie les había avisado de su fallecimiento. De repente, Alicia se vio con la responsabilidad de darle la mala noticia al hijo que ambos compartían, de tan sólo 16 años. «Mi niño se ha quedado sin poder hacer un duelo digno. No se pudo despedir de él», lamenta la mujer sin poder contener las lágrimas. Al parecer, Javier padecía una enfermedad crónica, pero a saber que su estado de salud no era muy bueno «ninguno sabíamos que se iba a morir», exclama desesperada.

El artista ingresó en el Hospital General de Valencia el pasado 5 de julio. Murió ese mismo día. No pudieron hacer nada para salvarle. Pero ninguno de sus seres cercanos lo sabía. Era época estival y el artista tenía previsto irse de gira. «Era normal estar unos días sin saber nada de él cuando se iba a trabajar», explica su exmujer.

Al parecer, los únicos datos de contacto que aparecían en su historial era el número de teléfono de su hermano. Lo llamaron un varias de veces, pero no lo cogió. «Estaba haciendo una mudanza y no se dio cuenta de que lo habían llamado», cuenta Alicia.

Los primeros en enterarse de la noticia fueron los compañeros de trabajo de Javier. Como no lograron localizarle, acudieron al hospital para pedir información por si le había pasado algo. Fue allí cuando les dijeron que había fallecido y decidieron homenajearle por redes sociales, por el medio al que le llegó a sus familiares. Pero, por entonces, sus compañeros no eran conscientes de lo que estaba ocurriendo. «Nos llamaron y nos preguntaron que cuándo era el entierro. Se pensaban que a lo mejor habíamos querido hacer un funeral íntimo», recuerda Alicia todavía conmocionada por su pérdida.

Después de recibir la devastadora noticia, la segunda pregunta que se hizo la familia fue «¿Dónde está Javier»?» Y se quedaron atónitos con la respuesta: lo habían enterrado en una tumba de la beneficencia seis días después de su fallecimiento. Desde el Hospital General defienden que trataron por todos los medios de encontrar a sus familiares e incluso dieron parte a la Policía. Sin embargo, Alicia mantiene que sólo avisaron a la Policía Local y no a la Nacional.

«Todos deberíamos tener derecho a pasar el duelo y despedirnos de nuestros seres queridos», mantiene Alicia Renales.

No tiene ninguna duda de que pondrá una queja al hospital y de que buscará asesoría jurídica para poder dilucidar si de verdad cumplieron con las normas estipuladas o si por el contrario se saltaron el protocolo. «No nos han dado tiempo a actuar. Si de verdad han cumplido con el protocolo deberían cambiarlo», lamenta la exmujer del artista.

A pesar de que estaban divorciados «era el padre de mi hijo. Lo he querido y lo quiero», cuenta conmovida por la pena. Según lo estipulado, ahora los familiares no pueden pedir que trasladen el cuerpo de Javier Mustieles hasta que no pasen cinco años. Además, «él ni siquiera quería que lo enterraran. Había decidido que lo incineraran», explica Alicia. Si hay algo que repite es que no quiere que ninguna familia pase por la situación que ellos están atravesando, donde la pérdida es todavía más dura si no ha habido una despedida.