El traficante al que le confiscaron 307.000 euros iba a esconder el dinero al sufrir manía persecutoria

Tras varias semanas de obligado confinamiento, la idea fija que tenía en su cabeza agravó su estado de agitación. Rostaum sacó el dinero que ocultaba en su casa para esconderlo en otra parte, pero eligió el peor día posible para salir de su domicilio. Como ya informó LAS PROVINCIAS, los hechos ocurrieron el domingo 26 de abril. Eran las 15 horas. La ciudad de Valencia estaba desierta. La policía realizaba ese día numerosos controles para garantizar el cumplimiento del estado de alarma.

Una patrulla de la Policía Local de Benicalap paró entonces un taxi en la avenida del Doctor Peset Aleixandre para identificar al conductor y al pasajero. Y la sorpresa que se llevaron los agentes fue mayúscula cuando Rostaum abrió su mochila y les mostró todo lo que portaba: 307.000 euros, siete teléfonos móviles, un ejemplar del Corán, unos guantes de látex y varios documentos con su nombre.

Cuando le preguntaron por la procedencia de semejante cantidad de dinero, el hombre contestó con naturalidad que eran sus ganancias del tráfico de hachís. Tras esta confesión y la evidencia de las pruebas, la Policía Local detuvo a Rostaum por un delito contra la salud pública.

Más dinero en un trastero

Al día siguiente, la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Policía Nacional asumió la investigación y halló otros 51.000 euros en el registro de un trastero propiedad del detenido, por lo que el dinero intervenido por la policía asciende a 358.000 euros. La jueza de guardia decretó la libertad provisional del presunto traficante después de que se acogiera a su derecho a no declarar, siguiendo las instrucciones de su abogado, y pronunciara algunas frases incoherentes.

Según informaron fuentes jurídicas, de las manifestaciones de Rostaum se puede deducir que no era consciente del grave delito que confesó ante los policías cuando descubrieron el dinero. Horas después de salir del juzgado, el hombre ingresó en la Unidad de Trastornos Bipolares de La Fe al aumentar su estado de agitación y seguir obsesionado con la manía persecutoria.

Consume cannabis

Dos días antes de su detención en Valencia, Rostaum recibió atención médica en el hospital privado IMED en Burjassot, al parecer, tras sufrir otro brote psicótico con delirio. El análisis de orina que le realizaron entonces detectó restos de cannabis en su organismo, una droga que agravó su trastorno mental.

Tras acogerse a su derecho a no declarar, el presunto traficante deberá comparecer cuando mejore su estado mental en el juzgado que instruye la causa por un delito contra la salud pública. La policía ingresó el dinero en una cuenta bancaria mientras continúa las investigaciones.