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El laberinto judicial sobre la muerte de Vera y Cayetana sigue más retorcido que nunca. Algo más de tres años después del fallecimiento de las dos niñas de cuatro y ocho años al volar por los aires un castillo hinchable en Mislata, la investigación del juzgado de primera instancia e instrucción número 4 de Mislata sigue avanzando de manera lenta y sin concluir si existe posible responsabilidad en las cuatro personas investigadas por estos hechos.
Y es que, tal y como ha publicado Efe, el juzgado de Mislata ha prorrogado otros seis meses el plazo de instrucción del suceso. Supone ya la sexta prórroga en poco más de tres años, de un siniestro ocurrido el 4 de enero de 2022.
En la causa figuran como investigados los dos feriantes responsables del montaje y seguridad del castillo del que salieron despedidas las niñas, el ingeniero que dijo inspeccionar la atracción (aunque su móvil lo sitúa en Elche, lejos de la ubicación del recinto ferial en en el municipio de l'Horta) y el técnico municipal del Ayuntamiento de Mislata.
Como ya publicó en enero LAS PROVINCIAS, fue en noviembre cuando se amplió seis meses más la investigación, un plazo que concluye ahora y que ha obligado a dictar una nueva prórroga. Entonces se señaló que quedaba por practicarse una diligencia solicitada por la acusación particular con tal de dirimir la posible responsabilidad del Ayuntamiento de Mislata en lo ocurrido.
Desde el juzgado de Instrucción número 4 de Mislata aún no se ha comunicado que se haya dictado una resolución sobre la posible responsabilidad del Consistorio.
El Tribunal Superior señaló en su día que en el devenir judicial de este caso también ha influido la reciente tragedia de la dana, pues «ha habido una suspensión de plazos procesales entre el 30 de octubre y el pasado 2 de diciembre», como indicaron fuentes del citado órgano.
El último informe pericial incorporado a la causa constataba que la instalación de la feria se encontraba en un lugar diferente al que constaba en el proyecto que fue presentado al Ayuntamiento.
En consecuencia, las atracciones se encontraban en un lugar distinto y en un orden no previsto, sin que haya constancia de que se elaborase un plano de emplazamiento real de las atracciones, y pese a estas «modificaciones sustanciales», indica el informe, el «Ayuntamiento autorizó la instalación de la feria».
En las posibles causas del accidente, el análisis pericial coincide con los informes policiales que ya obran en la causa y señala una racha de viento superior a 70 kilómetros por hora, anclajes insuficientes y en mal estado de conservación y deficiencias en la supervisión de la instalación.
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