Un preso se fuga tras quitarse uno de los grilletes y saltar de una ambulancia en Valencia

Una patrulla de la Guardia Civil escoltaba al recluso en un vehículo policial que circulaba detrás de la ambulancia, pero los agentes no pudieron alcanzar al preso, que iba descalzo cuando salió corriendo hacia un descampado. El delincuente llevaba una semana en el módulo de ingresos preventivos de la cárcel de Picassent tras ser detenido por un delito de violencia de género, aunque anteriormente había estado en prisión por un robo con intimidación.

El recluso rompió el cristal del portón lateral de la ambulancia tras propinarle varias golpes después de quitarse una de las esposas, según las primeras investigaciones. Los presos viajan solos en la parte trasera del vehículo sanitario en los traslados desde la cárcel al hospital, por lo que pudo fracturar la ventanilla con cierta facilidad una vez que logró quitarse uno de los grilletes.

Los hechos ocurrieron sobre las 12.20 horas de este domingo. El fugitivo salió corriendo y los agentes que lo persiguieron perdieron de vista al delincuente cuando subió a un taxi, según informaron fuentes policiales. La Guardia Civil informó de la fuga a la Policía Nacional y la Policía Local de Valencia para que todas las patrullas que se encontraban de servicio en la zona buscaran al delincuente.

Horas después de la evasión, la asociación de trabajadores penitenciarios 'Tu Abandono Me Puede Matar' (TAMP) de Picassent ha denunciado «la falta de medios materiales y la escasez de personal» en la prisión valenciana. Este colectivo responsabiliza al Ministerio del Interior y a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias de la situación precaria en la que trabajan los funcionarios de las cárceles españolas y los guardias civiles que realizan los traslados de los presos.

Según informaron fuentes de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) y el sindicato UGT, «el interno fue cacheado adecuadamente antes de salir de la cárcel y los funcionarios cumplieron el protocolo previsto para el traslado de reclusos».

El 21 de enero de 2017, otro preso se fugó de la misma forma en la V-30 cuando lo trasladaban al Hospital General de Valencia. El recluso rompió la ventanilla lateral de la ambulancia, el conductor del vehículo sanitario aminoró la marcha y el preso saltó con gran riesgo de ser atropellado por varios coches, cuyos conductores frenaron. Uno de los guardias civiles también saltó del vehículo policial en marcha y salió corriendo detrás del fugitivo, pero no logró alcanzarlo. Dos días después, el presidiario se entregó a la policía.