Los policías infiltrados en el cártel del puerto de Valencia recibieron tres encargos para rescatar alijos de cocaína
Las investigaciones encubiertas de ocho agentes, las escuchas telefónicas y la geolocalización de los coches de los cabecillas, claves del mayor golpe al entramado portuario del narcotráfico en España | Entre las 81 detenidos hay 17 estibadores, uno de ellos jubilado
La infiltración de los ocho policías, las escuchas telefónicas y la geolocalización de los vehículos de los cabecillas permitieron a los investigadores desenmarañar la trama delictiva que introducía toneladas de cocaína a través del puerto de Valencia.
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Un grupo reducido de trabajadores portuarios ocupaban la cúspide de la red criminal desarticulada, negociaban con los narcotraficantes el pago por cada rescate de droga y derivaban los servicios de extracción de la cocaína a diferentes grupos de estibadores y transportistas.
Tan completa y eficaz fue la infiltración de los agentes que la red delictiva contó con ellos tres veces para rescatar la droga de los contenedores. En una ocasión ordenaron a uno de los policías encubiertos acceder a la terminal donde estaba la cocaína, pero la operación de rescate se frustró al ser interceptado el alijo de droga por otros agentes que desconocían la operación secreta.
La operación encubierta permitió confiscar 1.140 kilos de cocaína en Beneixida en diciembre de 2024, y detener al capitán de la Guardia Civil Jesús Fernández Bolaños por su relación con el alijo de droga, que habría pasado los controles portuarios si no llegan a infiltrarse los policías.
Según las investigaciones de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional, los portuarios corruptos habían logrado una posición de privilegio en la logística del puerto para asumir la recuperación de la mayoría de alijos de cocaína que introducían en Valencia las redes sudamericanas de narcotráfico. Entre las 81 personas detenidas en la macrooperación hay 17 estibadores, uno de ellos jubilado, pero solo dos manejaban el cotarro.
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Gracias a los cargos que ocupaban y a los colaboradores que tenían en el Centro Portuario de Empleo, así como en el mundo del transporte de mercancías, los cabecillas de la red crearon el entramado portuario dedicado al narcotráfico más grande de España.
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Además, estos individuos tenían contactos que se entremezclaban y turnaban en los rescates de cocaína. La organización criminal conseguía así un goteo constante de encargos de bandas de narcotráfico. Prueba de ello es la gran cantidad de investigaciones y detenciones que acumulan algunos miembros de la red desmantelada, tanto en operaciones de la Policía Nacional como de la Guardia Civil.
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Según un informe del Departamento de Seguridad Nacional, el puerto de Valencia ocupaba el tercer puesto en cuanto a entradas de cocaína en Europa, después de los puertos de Amberes y Róterdam. De ese modo, las estadísticas de aprehensiones de cocaína en los últimos años sitúan al puerto valenciano, junto con los de Barcelona y Algeciras, como las vías principales de entrada de cocaína en España.
Por ello, los narcotraficantes buscan vías que dificultan la operativa policial de investigación, utilizan de forma encubierta el comercio de mercancía legal y crean hasta empresas de forma específica para el narcotráfico. Los estibadores y transportistas corruptos extraían los alijos de cocaína de los contenedores para trasladarlos a lugares indicados por los narcos, y otros miembros de la red distribuían la droga a gran escala.
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Desde hace varios años, los agentes antidroga de la Policía Nacional y Guardia Civil vienen realizando numerosos operativos de vigilancia para identificar a los estibadores y camioneros que se dedican a la extracción de alijos de cocaína en el puerto de Valencia.
Tras las escuchas telefónicas y los seguimientos a los sospechosos, los investigadores descubrieron que en la provincia de Valencia coexisten varios grupos muy organizados, los cuales se encargan de ofrecer logística a las organizaciones criminales extranjeras para sacar los alijos de droga del puerto y eludir los controles aduaneros.
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Como se ha detectado en las investigaciones, estos grupos actúan en muchas ocasiones en plena connivencia con varias organizaciones y se entremezclan en algunas operaciones de narcotráfico según las circunstancias de cada caso. La cantidad de recursos que podía ofrecer cada una de las 80 personas detenidas en la operación 'Spider', así como la agilidad en la gestión de los mismos, determinaba su posición dominante o secundaria en el entramado delictivo.
El 6 de marzo de 2024, la Policía presentó dos escritos en la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional donde informaba de la investigación iniciada por el Grupo V de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia, y solicitaba también la autorización para la habilitación de ocho agentes encubiertos.
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Tras ser entrenados y elegidos a conciencia, los funcionarios de la Sección de Actividades Especiales de la Comisaría General de Policía Judicial lograron infiltrarse en la trama corrupta. Era el principio del fin del denominado cártel del puerto de Valencia.
Las investigaciones se intensificaron con la geolocalización de varios vehículos utilizados por los principales cabecillas, así como diferentes intervenciones telefónicas y otras diligencias que formaron parte de una pieza separada secreta.
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El mayor golpe policial al entramado portuario del narcotráfico en España, la operación 'Spider', se ha saldado con 81 detenciones, la incautación de 4,5 toneladas de cocaína y 59 registros en Quart de Poblet, Benetússer, Sedaví, Aldaia, Massamagrell, Massalfassar, Alboraia, Mislata, Puçol, Picassent, Sueca (el Perellonet), Algemesí, Montroi, Sagunto, Albalat dels Tarongers, Canet d'en Berenguer, Bétera, la Pobla de Vallbona, Chiva, Godelleta, Benigànim, Almenara, Alquerías del Niño Perdido e Ibiza.
Según las investigaciones de la UDYCO, entre los presuntos narcotraficantes detenidos con contactos nacionales figuran J. A. C. y S. M. M., administrador único y gerente, respectivamente, de una empresa de transporte de mercancías por carretera. La Policía también detuvo a dos transportistas, cuyas identidades responden a las iniciales A. G. B. y M. R. G., como presuntos miembros del entramado delincuencial.
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