«En un momento me giré y ya estaban en el suelo peleando»
El dueño del bar de Favara, que resultó herido en una muñeca al intentar mediar, explica que todo pasó muy rápido
M. García
Favara
Martes, 27 de mayo 2025, 11:52
La adrenalina y la tensión mantienen activo al propietario del hostal de Favara en cuyo bar se produjo un crimen en la noche de este lunes. Carlos no para de explicar lo ocurrido. A periodistas y a vecinos. Muchos de ellos le alaban por su valentía. Él no sé quiere dar mucha importancia: «En ese momento no sabes lo que haces. Solo actúas». Eso sí, prefiere que su imagen no se difunda.
Un lunes normal se transformó en uno que tardará en olvidar. Pasaban unos minutos de las diez de la noche. Dos personas, un hombre y su hijo, estaban sentados en la barra. En ese momento, «entraron dos personas y en un momento comenzó la agresión». Uno de ellos cogió al hijo «y vi cómo empezó a pegarle. Se movieron por todo el bar y chocaron contra esta cámara frigorífica», señala.
No lo pensó y con una caja de bebidas «traté de separarlos». En la pugna, se hizo un pequeño corte en la muñeca izquierda.
No fue el único trabajador del establecimiento que intervino para intentar separarlos: «Una camarera salió con una escoba y trató de separarlos pero no fue posible». El hombre no paraba de golpear al hijo y su padre acudió con un cuchillo de grandes dimensiones. «Intentó usar al hijo como escudo pero el padre lo apuñaló pese a todo», relata.
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Una de las cuchilladas fue mortal. El cuerpo permaneció en el interior del bar del hostal hasta minutos después de las tres de la madrugada, cuando se produjo su levantamiento por parte de la comisión judicial.
Durante todas esas horas, un buen número de agentes de la Guardia Civil no dejaron de rastrear el bar en busca de pistas. El propietario del bar asegura que no escuchó ningún tipo de reproche o acusación que pudiera explicar el motivo de la agresión que desembocó en un fallecimiento.
Horas después, Carlos sigue en su establecimiento sin dejar de atender llamadas ni el trabajo diario, con el pico de la hora de los almuerzos: «Muchos me dicen que fui muy valiente y que ellos no se hubieran metido pero nunca sabes cómo vas a reaccionar en ese momento».
Algunos clientes disfrutan de una cerveza en una agradable mañana. Uno de ellos explica que en la noche del lunes estuvo en este establecimiento «pero me fui un poco antes de que pasara todo. Diez minutos más y me hubiera encontrado en medio de ese lío», señala con un punto de cierto temor.
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