Francia pide explicaciones a Vueling por el desembarco de los adolescentes judíos de un vuelo en Valencia

El culebrón internacional tras el incidente en el Aeropuerto de Valencia con unos alborotadores franceses judíos suma un nuevo movimiento. El ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Noël Barrot, llamó a la presidenta de la aerolínea Vueling para pedirle «explicaciones» después de que unos cincuenta adolescentes galos de la citada confesión religiosa fueran desembarcados de un avión cuando regresaban de vacaciones en España.

El jefe de la diplomacia francesa expresó durante su conversación con Carolina Martinoli, presidenta y directora general de la aerolínea española Vueling, «la profunda conmoción que suscitó el desembarque de un grupo de jóvenes judíos franceses de un avión de la compañía», afirmó el sábado su ministerio en un comunicado. «Se solicitaron explicaciones, en particular para determinar si estos compatriotas fueron objeto de discriminación por motivos religiosos», añadió la cancillería.

Martinoli «aseguró que se estaba llevando a cabo una rigurosa investigación interna y que las conclusiones de dicha investigación se compartirían con las autoridades francesas y españolas», precisó. Según el comunicado, también se solicitaron explicaciones al embajador de España en Francia.

La asociación Club Kineret, organizadora del campamento, anunció su intención de presentar una denuncia contra la empresa «por violencia física, psicológica y discriminación por motivos religiosos», afirmó el jueves a AFP su abogada, Julie Jacob.

El incidente se produjo el miércoles por la tarde, cuando el grupo de adolescentes, que llevaba dos semanas en España, se disponía a despegar del aeropuerto de Valencia, en el sureste, con destino a París-Orly.

En un comunicado publicado el jueves, la compañía española acusó a los adolescentes de un «comportamiento inapropiado y una actitud altamente conflictiva, poniendo en riesgo el desarrollo correcto del vuelo». Por el contrario, el organizador del campamento afirmó que el grupo fue desembarcado «sin motivo válido».

Mientras los profesionales de la aviación lo ven todo muy claro. El Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (Copac) ha afirmado que los pasajeros pueden ser expulsados de un avión civil por «comportamientos inadecuados que afecten a la seguridad».

En un comunicado, se refieren a «la expulsión de un grupo de adolescentes disruptivos», advirtiendo de que el comandante es la máxima autoridad de un vuelo y sus decisiones responden a criterios de seguridad operacional, por lo que se deben respetar sus órdenes y las normas de seguridad, además de comportarse con educación y civismo.

El Copac ha expresado «preocupación por el significativo aumento en los últimos años del número de incidentes con pasajeros conflictivos» a bordo, porque ponen en riesgo la seguridad y perjudicar tanto a los usuarios como a las compañías.

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