La indisposición del principal abogado de la acusación obliga a suspender la sesión del juicio del caso Marta Calvo

La abogada de la defensa, María Herrera, baja a la puerta de la Ciudad de la Justicia y comenta: “Le dolía el pecho y el brazo. No sabemos si van a aplazar la sesión o lo van a sustituir. Lo están barajando. Han pedido desfibriladores”. Los testigos afirman que los médicos forenses que estaban declarando lo han atendido de inmediato.

Un equipo médico entra en la sala Tirant lo Blanch II para asistir al letrado de la acusación particular, según señalan testigos presenciales

Juan Carlos Navarro, uno de los abogados de la acusación particular, empieza a encontrarse mal y se ha suspendido la sesión durante quince minutos

Jorge Ignacio se pone muy nervioso y empieza a hablar y a gesticular de manera agresiva en relación a cuando le detuvieron con su padre. El médico forense había destacado que el acusado dijo que su hermana tenía un trastorno bipolar. “Sólo le dio una crisis de cuatro días. Debía ser por el consumo de estupefacientes, nunca ha vuelto a recaer. Eso no es un trastorno bipolar”.

La defensa recalca que en su declaración, Jorge Ignacio dijo que “creía” que empezó a descuartizar por la pierna derecha. Se exaspera.

El doctor Rincón: “Lo que está claro es que repite una conducta. Les introduce piedras en las cavidades sin su consentimiento. Las utiliza como si fueran un objeto”.

“No tiene ninguna carga afectiva ni con las víctimas vivas ni con las muertas. Cuando uno hace determinados actos y lo repite en varias ocasiones y atenta contra la vida de las personas al final sabe lo que estaba haciendo”

“Ni Juan Carlos Cauto ni yo nos creímos su versión. La fuerza la podía tener para descuartizar pero o lo ha hecho varias veces o no podía hacerlo porque hay que tener una técnica para saber con qué medios se puede descuartizar y por dónde cortar”

“Uno no se toma tres gramos de cocaína y se duerme. Es lo que cuenta él y yo como médico digo que no. Que o no se toma la cocaína o no se duerme”.

Juan Carlos Navarro habla de un agravante de odio hacia las mujeres por parte del acusado. La magistrada deniega la solicitud de incluir esta carta entre las pruebas porque lo considera “innecesario y que ahora en esa carta se acredite que tiene un rasgo psicopatológico no es relevante”.

”A nosotros nos contó que hizo una carta con ideas autolíticas cuando pasó el caso de Marta pero dice que no intentó suicidarse porque venía su madre al día siguiente”. La carta no está entre las pruebas. El abogado de la acusación particular, Juan Carlos Navarro, pide que se incluya. La letrada de la defensa se opone. La magistrada le da la razón a la defensa.

“Es un manipulador. Nos ha intentado manipular a nosotros”, aclara el médico forense

Sobre el comportamiento del acusado “seguía un patrón con todas las víctimas. Todas relatan lo mismo”.

“Estaba en sus plenas facultades mentales y podía decidir lo que estaba haciendo y era consciente. No era consumidor de cocaína quitando que pudiera haber tenido algún consumo recreativo y de muy poca cantidad”.

“Una persona que no consume si se toma dos gramos de cocaína se va directamente al hospital. Es imposible que consumiera y menos en esa cantidad”.

“Dijimos que presentaba rasgos antisociales pero no un trastorno antisocial. No ha tenido ninguna descompensación mental, ni siquiera cuando entró en prisión. No tenemos constancia de que consumiera. Ni siquiera tiene síndrome de abstinencia”.

“El cabello crece una media de un centímetro al mes, si tomo cinco centímetros analizo los cinco meses previos. El doctor Carratalá tomó dos pelos diferentes y que sólo te permite saber cuánto ha consumido pero no las pautas de consumo”. Le tomo una muestra de diez centímetros para analizar los últimos diez meses. “No detectaron ninguna droga en el cabello de las que analizaron, todos los opiáceos y los psicofármacos. Un consumo puntual podría haber pasado por alto pero no es cierto que consumiera en las cantidades que él ha dicho, sobre todo de cocaína”.

El doctor lee los informes del doctor Carratalá, entre los que se incluye una prueba toxicológica de su cabello. “También refiere aquí consumo de medio gramo a la semana. Dice que cuando estuvo con Marta consumió siete u ocho gramos de cocaína”.

“Nos dijo que sólo hacía ‘fiesta blanca’ con las chicas que se prostituían y no con sus parejas estables”, comenta Rincón. “Nos sorprendió muchísimo que contestara. Yo pensaba que no iba a querer hablar”.

Las declaraciones que hace sobre los encuentros con las víctimas son muy parecidas. Declara no recordar y no reconocerse en los testimonios. “Sobre la quinta víctima dijo que él se sentía solo porque era su cumpleaños y que ella sólo quería consumir”, apunta el médico forense. “Habla de que no sabía que la primera víctima mortal había fallecido y que eso le hubiera afectado mucho”.

“Dijo que pensó en suicidarse pero que como venía sí madre no lo hizo. Dice que no recuerda los hechos que relata en sus declaraciones de la primera víctima, que no se reconoce en ellas, que es absurdo querer introducirle cocaína en la vagina. En el caso de la siguiente víctima también dice que no se reconoce en el relato que hace ella. Dice que no sabe esas rocas de qué pueden ser”.

Dijo que tardó entre una hora y media y dos horas en descuartizarla. “El otro médico y yo dijimos que no nos creíamos lo que había contado. Dijo que cortó los huesos con una sierra metálica y es imposible, tendría que ser de madera. Dijo que apenas se manchó de sangre, si lo hizo en esa dula debió bañarse en sangre. Es muy difícil que la pudiera descuartizar por la rigidez del cuerpo”.

“Dijo que la descuartizó porque se sintió acorralado y era un inmigrante con antecedentes penales”. Hay una discrepancia importante: “Dijo que empezó a descuartizarla por la pierna izquierda. A la Guardia Civil le dijo que empezó por la derecha”.

El doctor habla de que la muerte de Marta “no le supuso una carga emocional”. También enfatiza de que en todo momento su abogada sabía que estaban haciendo el informe. La letrada articula: “no”. Sobre Marta, refiere: “Ella se encontraba mal. No se había quitado la vida. Que se habían hecho seis gramos de cocaína entre los dos. Que cada uno llevaba tres gramos. Que él se durmió y por la mañana se la encontró muerta. Luego valoraremos si se pudo dormir después de tomar tanta cocaína”.

El médico de prisión que le atendió al llegar puso en el informe “consumo ocasional de cocaína”. “Hay discrepancias con lo que nos dijo a nosotros”, asegura Rincón.

El doctor Santiago Rincón habla de que Jorge Ignacio le dijo a la guardia civil que “empezó por la extremidad derecha, por debajo de la rodilla”. Otro factor que les llamó la atención fue La cantidad de drogas que dice que consume y también en el informe de la guardia civil dice que le detuvieron por llevar cocaína en el coche e iba con su padre.

No tiene ningún trastorno psiquiátrico. También emplearon tres  test para buscar trastornos de personalidad. “Son complementarios. Tenemos poca fe en ellos porque los corrige una máquina”, comenta el médico forense. Otro de los test que le hicieron fue de inteligencia. “Duró tres horas en hacerlo” mucho más de lo frecuente, explica. Lo hizo con un bolígrafo en lugar de con un lápiz por desconfianza de que le cambiaran las respuestas. “El test dijo que era antisocial, histriónico y un poco narcisista aunque no podemos decir que tenga un trastorno de personalidad”.

Él dijo que empezó consumiendo cannabis y a los 17 años comenzó a consumir cocaína. En cuanto a sus relaciones, dijo que siempre se había llevado bien con sus parejas. El médico lee las declaraciones que hizo el acusado en su entrevista psiquiátrica: “La prostitución es una satisfacción y no una masturbación. Al final se trastorna el concepto de sexualidad. Cuando pagas buscas chicas muy llamativas. Son chicas muy guapas que difícilmente se relacionarían conmigo sin pagar”.

Jorge Ignacio también habló de un intento de suicidio. “Nos parece muy raro porque en una prisión se toman medidas muy estrictas cuando alguien se intenta quitar la vida”. También acudió a AMAS para que le ayudaran a controlar sus adicciones. “Dice que le obligaron a tomar diazepam en la prisión pero lo dejó y también le intentaron dar antidepresivos pero los rechazó”. Jorge Ignacio les confesó: “Instrumentalicé ideas autolíticas para que me volvieran a mandar a enfermería”.

Los médicos del Instituto de Medicina Legal (IML) apuntan que le detuvieron una vez con su padre por un delito relacionado con las drogas. El acusado y su abogada niegan con la cabeza y se exaltan.

Jorge Ignacio accedió a realizar este informe psiquiátrico tras consultarlo con su abogada. Lo primero que evaluaron fueron los antecedentes familiares.Habla de que su madre es “un ángel”. “Una mujer muy noble con con un hijo rebelde”. Luego matizó: “rebelde porque si me decía que tendiera la ropa no lo hacía”. Habló de sus relaciones y no contó los motivos reales de su separación, pero sí que lo pasó mal. “La Segunda relación tiene más importancia”. Es una chica rumana que conoció en un club de alterne de prostitución en 2003 y estuvieron casados cuatro años. A él le detuvieron en Italia y estuvo en prisión cuatro años. Ella se mudó a una ciudad cercana a la prisión pero seis meses antes de que saliera le dejó de escribir. “También tuvo una hija con otra mujer, pero esa aventura no le marcó”.

El médico forense explica que para hacer un informe de psiquiatría forense “valoramos si  una persona sabe lo que hace y comprende lo que está haciendo, más allá de enfermedades mentales o trastornos de la personalidad”. El experto ejemplifica este caso con un semáforo en ámbar, cuando el sujeto tiene que decidir si frenar o acelerar. “Siempre valoramos si hay alguna enfermedad mental de fondo y si tiene alguna anomalía”. Estos estudios se llaman retrospectivos en los que también tienen en cuenta los atestados policiales y los informes médicos. Con todo eso, “hacemos un informe de si el sujeto es normal, si tenía la capacidad de decidir lo que estaba haciendo o si se había visto levemente afectado”.

Comienza la sesión tras un fallo informático y entran en sala los dos primeros testigos. Son los psiquiatras forenses que analizarán el comportamiento de Jorge Ignacio

En esta sesión, los psiquiatras forenses explicarán al tribunal los rasgos de un asesino en serie

¡Buenos días! Hoy da comienzo la cuarta semana del juicio de Marta Calvo y la última semana de audiencia pública. Soy Belén Hernández y voy a retransmitir en directo esta nueva sesión en la que se analizarán las últimas pruebas periciales. Para mañana está prevista la declaración de Jorge Ignacio.