La detenida por la paliza a su tío de 89 años en Macastre para robarle 100 euros llevaba un cuchillo oculto
El arma blanca fue localizada rota en el hueco del sillón donde se sentó la agresora antes de abalanzarse sobre su víctima para matarlo
Las investigaciones de la Guardia Civil apuntan que la detenida por propinar una brutal paliza a su tío de 89 años en Macastre hace una semana entró en la vivienda del anciano armada con un cuchillo, que llevaba oculto, lo que confirma las intenciones homicidas o para amedrentarlo -con el objetivo de robarle- de la encarcelada por esta tentativa de homicidio.
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Un cuchillo con el mango y la hoja rotos fue localizado en el hueco del sillón en el que precisamente se sentó la presunta agresora antes de abalanzarse sobre su víctima, sin mediar palabra y de forma totalmente sorpresiva, para comenzar a propinarle golpes por todo el cuerpo, mientras le exigía a su familiar 300 euros. Los investigadores comprobaron que el citado cuchillo no correspondía con ninguno de los que hubiera en la casa del octogenario, y este tampoco lo reconoció como suyo, por lo que todo indica que lo portaba la agresora antes de entrar en la casa.
Sobre la posibilidad de que hubiera más personas implicadas en la agresión y el plan para robarle, hay testigos que vieron poco después de la paliza a la única arrestada hasta el momento conversando con dos varones, y logró escuchar una frase bastante significativa: «Uno de los tres se tiene que comer este marrón».
La hija del agredido, muy reacia a hacer declaraciones sobre la brutal agresión que sufrió su padre, solo ha accedido a hablar con LAS PROVINCIAS para que la información sobre este tipo de barbarie sirva de algún modo para que no vuelva a ocurrir nunca más. «Que se proteja a nuestros mayores, que deciden vivir a su manera porque pueden», añade. De hecho, antes de recibir la paliza que a punto estuvo de costarle la vida, Vicente era una persona totalmente independiente y autónomo, y a sus 89 años seguía haciendo vida social y yendo al campo «con sus olivos y hortalizas».
En contraposición a lo que describe como «la mayor bajeza del ser humano», por la acción por la que su sobrina está ya en prisión, la hija de Vicente destaca al vecindario de Macastre, que desde el primer momento se volcaron con su padre y acudieron a ayudar en lo que fuera necesario, incluso hasta para limpiar la sangre. Después de varios días todavía hoy los signos de la brutalidad del ataque son visibles en el techo.
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El Juzgado de Instrucción dos de Requena acordó el ingreso en prisión de la detenida en una causa abierta inicialmente por lesiones graves y robo con violencia, aunque la acusación particular, ejercida por el letrado Vicente Monzó, mantiene que se trató de un homicidio o incluso un asesinato -por la alevosía- en grado de tentativa. Solo la fortaleza de Vicente frustró el crimen la mañana del pasado 18 de julio.
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