Desalojan a nueve okupas en Ruzafa y tapian las puertas de dos edificios en ruinas

Una veintena de agentes de la Policía Nacional realizaron el desalojo sobre las diez de la mañana sin que se produjeran incidentes. La Policía ya avisó a los okupas que tenían que abandonar este lunes (20 de mayo) los dos inmuebles por orden judicial.

Según los vecinos, varios de los individuos desalojados están implicados en robos cometidos en los últimos meses en la zona. Unos obreros tapiaron las puertas de los dos edificios para que los okupas no vuelvan a entrar. Además, los propietarios de los inmuebles han contratado los servicios de una empresa de seguridad para que vigilen las entradas y eviten nuevas okupaciones.

«La Policía estaba cada dos por tres en los edificios. La verdad es que era un tramo de acera conflictivo. Espero que ahora derriben pronto las fincas», afirma un vecino de la avenida de Peris y Valero.

Las dos fincas amenazan ruina y serán derribadas en breve, según informaron fuentes municipales. Los edificios desalojados tenían enganches ilegales de luz y sus moradores se aseaban y cocinaban con agua potable de un fuente cercana.

Cuando la Policía Nacional acudió a los edificios, la mayoría de los okupas ya habían abandonado las fincas. Los agentes de la Policía Nacional desalojaron a nueve personas de diferentes nacionalidades: marroquíes, argelinos, rumanos, senegaleses y ghaneses.

El Servicio de Atención a Urgencias Sociales (SAUS) del Ayuntamiento de Valencia atendió a dos mujeres de 50 y 66 años, ambas con ingresos de ayudas sociales. La mujer de 50 años pasará la noche en el centro social de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios y alquilará una habitación con sus recursos económicos.

La otra mujer de 66 años de edad, que además es una víctima de violencia de género, fue acogida por unos amigos en su vivienda. En ambos casos, Servicios Sociales de Quatre Carreres realizará un seguimiento, según informaron las mismas fuentes municipales.

Otra de las personas desalojadas es un marroquí de 22 años que llegó a España en una patera en el año 2021. Desde entonces, el joven malvive por las calles de Valencia con el poco dinero que logra en trabajos temporales sin contrato.