Buscan a un joven por violar junto a otros dos acusados a dos niñas que se fugaron de un centro de menores de Valencia
El principal procesado, que se enfrenta a 17 años de cárcel, no acude al juicio por las agresiones sexuales a las víctimas, de 13 y 14 años
Dos niñas de 13 y 14 años, tuteladas por la Generalitat en un centro de menores de la provincia, se fugaron del mismo el 9 de mayo de 2022 y terminaron siendo víctimas de presuntas agresiones sexuales por parte de tres jóvenes –en aquel momento ellos tenían 19 y 18 años–, a los que conocieron en una parada de metro de la capital del Túria. Sus presuntos agresores, que se enfrentan ahora a penas que ascienden para alguno de ellos hasta los 17 años de cárcel, las convencieron para tener sexo primero en un hotel y dos días después en una vivienda de Valencia.
Aunque en alguno de los casos las relaciones sexuales fueron consentidas, dada la edad de las adolescentes –inferior a los 16 años fijados para que pueda haber consentimiento sexual–, los tres jóvenes han sido acusados de varios delitos de agresión sexual.
El juicio tenía que comenzar este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia pero la vista oral se tuvo que aplazar hasta octubre al encontrarse el principal encausado en paradero desconocido.
Al no haber justificado su ausencia, la Audiencia Provincial ordenará la búsqueda y detención de este acusado y en caso de que no comparezca el próximo 24 de octubre se le declarará en rebeldía y se celebrará el juicio contra los otros dos procesados.
El Ministerio Fiscal solicita para el principal acusado, que tenía 18 años en el momento de los hechos, penas que suman 17 años de cárcel por dos delitos de agresión sexual con acceso carnal a persona menor de 16, ya que tuvo sexo con ambas víctimas. Para los otros dos las penas solicitadas son de diez años para el primero y ocho años y medio para el segundo al haber agredido presuntamente cada uno de ellos a una de las chicas.
Los letrados de los tres jóvenes acusados, representados por Cristina Alcántara, Antonio Barbas e Ignacio Lorente, sostienen que las relaciones fueron consentidas, que las adolescentes acudieron voluntariamente al hotel y a una vivienda para tener sexo y que sus clientes desconocían la edad real de las mismas.