«Me asusté al escuchar el primer disparo, pensaba que la escopeta era de aire comprimido»
El único detenido por el momento por el tiroteo de Alfafar niega haber participado en la agresión e incluso le quitó el arma al autor de los disparos
Un joven de 23 años se entregó en la tarde de este martes en dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de la calle ... Calamocha de Valencia, como adelantó en exclusiva LAS PROVINCIAS, al saber que los investigadores lo estaban buscando por su presunta implicación en el tiroteo ocurrido la noche del pasado lunes en Alfafar en el que resultó herido de gravedad Phileas G., un hombre de 33 años, quien permanece en estado de coma inducido en el Hospital La Fe de Valencia tras recibir tres disparos. La víctima fue alcanzada primero en el hombro, y posteriormente en el glúteo y el muslo, y ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente.
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«Me asusté al escuchar el primer disparo, pensaba que la escopeta era de aire comprimido», aseguró a este periódico el único arrestado antes de entregarse a la Guardia Civil para colaborar con la Justicia. El joven, vecino del herido, afirma que nunca había tenido problemas con Phileas, al que saludaba al pasar por la puerta de su casa y poco más. Los agentes que irrumpieron en su vivienda tras quince horas de tensión ante la posibilidad de que pudiera encontrarse dentro el autor de los disparos localizaron la escopeta en el interior, de ahí que se le impute un delito de tenencia ilícita de armas al igual que la tentativa de homicidio.
S.M.M., de 23 años y nacionalidad española, sostiene que el día anterior al tiroteo ya presenció otra discusión entre Phileas y Pedro, alias el 'Mejicano', el presunto autor de los disparos, que permanece huido. No obstante, no está muy claro el motivo de la misma, «no estaba prestando mucha atención», apunta el único arrestado hasta la fecha. «Se vacilaron los dos y Phileas se levantó enfadado y dijo: 'Nos conocemos desde hace 20 años, esto se soluciona a ostias'», recuerda. En esa primera discusión, ocurrida la noche del domingo, estaba presente otro amigo, que trabaja de seguridad en un conocido prostíbulo.
Coautor de dos delitos
El hasta el momento único detenido por su presunta relación en estos hechos, al que la Guardia Civil le imputa como coautor de los delitos de tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas, es el morador de la vivienda de la calle Pintor Sorolla de Alfafar que permaneció acordonada durante quince largas horas -desde las 23.30 horas del lunes hasta las dos de la tarde del lunes- ante la mínima posibilidad de que el presunto autor de los disparos se encontrara todavía dentro.
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Desde ya de madrugada los investigadores descartaron dicha posibilidad tras tomar declaración a testigos que vieron salir corriendo a dos hombres después de que uno de ellos entrara en la casa tras arrebatarle el arma de fuego al presunto autor. No obstante, ante el mínimo riesgo de que pudiera haber alguna persona armada en el interior se mantuvo el amplio despliegue de guardias civiles y policías locales, mientras el Juzgado de Instrucción número dos de Catarroja, en funciones de guardia, autorizaba la entrada y registro en el domicilio tras intentar localizar a los propietarios de la casa.
La versión del detenido
A las 17.30 horas de este lunes el joven que vive en la casa de la cual el presunto autor de los disparos sacó una escopeta cargada antes de descerrajarle tres disparos a su víctima acudió al cuartel de la calle Calamocha de Valencia para entregarse, acompañado de su letrado, el penalista Alfredo Escudero.
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Aunque S.M.M., que huyó del lugar tras producirse el tiroteo, se acogió a su derecho a no declarar ante el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Alfafar, antes de entrar en dependencias del Instituto Armado concedió una breve entrevista a LAS PROVINCIAS para explicar lo sucedido. «Yo no he hecho nada, le quité el arma para que no lo matara», argumenta el joven, padre de dos hijos de cinco años y seis meses.
De hecho, esa noche, cuando Pedro se presentó en su casa de la calle Pintor Sorolla de Alfafar con una escopeta lo primero que le dijo fue: «Espero que sea de aire comprimido, si no ya estás largándote con ella de aquí», según afirma.
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Víctima y agresor mantuvieron una discusión el día anterior por un asunto banal y se retaron
En ese momento llegó, en su Porsche Macan, Phileas, que reside a escasos metros, quien paró el coche en un vado, sin llegar a estacionarlo del todo -ha quedado prácticamente descartado que ese fuera el motivo de la discusión- y con el pitón de una moto comenzó a dar golpes contra el suelo.
«Estaba muy violento, decía que iba a arrancarle el corazón», remarca el único arrestado. El hecho de que Pedro, vecino de Sedaví, acudiera armado con una escopeta y munición y el herido también saliera del coche buscándolo hace pensar a los investigadores que ambos se habían citado para arreglar cuentas por la discusión del día anterior. «Tengo a mi mujer y mis hijos dentro, así no se arreglan las cosas», trataba de mediar, según sostiene el joven arrestado.
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Primero Pedro esgrimió un machete, y al ver que su oponente abría la puerta del maletero del coche y echaba mano para coger algo, entró en la casa y salió armado ya con la escopeta. Sin darle tiempo a reaccionar le disparó de frente en el hombro. «Conforme escuché el primer 'bumm' salí corriendo, yo no quería líos», relata el detenido inicialmente como coautor. Mientras se iba oyó las otras dos detonaciones. «Me asusté y me fui con mi familia», no sin antes quitarle el arma al presunto agresor, evitando así que terminara lo que había empezado, como se refleja en un vídeo grabado por testigos, donde el presunto autor de los disparos también golpea con la escopeta a su víctima, estando indefensa en el suelo.
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