Arrestan al dueño de un restaurante de Valencia por violar a una mujer mediante sumisión química
El marido de la denunciante acudió a la ubicación que le mandó su pareja tras escuchar una voz de hombre durante una llamada en la que la notó aturdida
«Me han drogado y violado», denuncia una mujer de 49 años tras acudir de madrugada al servicio de Urgencias del Hospital General de Valencia acompañada de su marido, quien durante más de una hora estuvo buscándola por la zona que marcaba la ubicación que ella le había enviado para que la recogiera. Agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional han arrestado ahora al dueño de un restaurante del centro de la capital del Turia como presunto autor de un delito de agresión sexual con penetración, mediante supuesta sumisión química.
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El detenido, de 56 años y origen libanés, reconoce que tuvo sexo con la denunciante pero alega que fueron relaciones sexuales consentidas y niega que le echara ningún tipo de sustancia en la bebida que anulara sus facultades o que afectara a su capacidad volitiva. El Juzgado de Instrucción número siete de Valencia, en funciones de guardia, ha acordado su libertad con una medida cautelar de alejamiento respecto de su víctima.
Los hechos ocurrieron la noche del 25 al 26 de septiembre cuando la mujer regresaba a casa tras cenar y tomar unas copas con una amiga. De camino a su domicilio, al pasar por la terraza de un restaurante, el dueño del local le ofrece tomar una cerveza y esta acepta. Están conversando sobre las tradiciones de un país y otro, ella es de Suecia y él del Líbano, y el hostelero le pone un chupito. En la denuncia la mujer explica que al poco de tomarse dicha bebida empezó a encontrarse «muy cansada y mareada».
Según la versión de la denunciante, el hombre le insiste en que vive cerca y que puede ir a su domicilio a conocer a su esposa, y desde allí llamar a su marido para que la recoja. Lo siguiente que recuerda la mujer es llegar caminando a una finca y haber subido en ascensor, aunque no pudo precisar el número de plantas a la policía.
Había otro hombre en la casa
En el interior del piso no estaba la mujer del dueño del restaurante, sino otro hombre, del que pocos datos pudo aportar la denunciante. La Policía Nacional tiene constancia de una llamada de seis minutos de duración, pasada la medianoche, de la víctima a su marido, donde no es consciente de lo que hablaron, pero sí recuerda que le envió su ubicación para que fuera a recogerla. Por su parte el marido, que tendrá que declarar como testigo en el posible juicio, aseguró a la policía que la notó aturdida y hablando de cuestiones sin sentido alguno. Además, escuchó la voz de un hombre, por lo que se preocupó.
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El hombre la llamó repetidamente, hasta en más de 15 ocasiones, pero no hubo respuesta. En una de estas llamadas, en torno a la una de la madrugada, sí que se llega a descolgar el teléfono, pero no se escucha nada al otro lado de la línea. El marido preocupado por estado de su esposa va hasta la calle que marca la ubicación que ella le había enviado pero tras estar una hora dando vueltas sin resultado, opta por marcharse.
Mientras tanto, en la casa la mujer afirma que perdió el conocimiento y que apenas tiene un momento de lucidez cuando se da cuenta que un hombre, del que no recuerda la cara -ni siquiera es capaz de asegurar que fuera el dueño del restaurante ahora detenido o el otro hombre que había en la casa-, la está violando. Dado su estado, la denunciante asegura que es imposible que diera consentimiento alguno para mantener relaciones y está convencida de que el arrestado le echó algo en la bebida.
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Le cuenta a su marido que la han violado
Al llegar a su domicilio, a las tres y media de la madrugada, le cuenta a su marido que la han violado y acuden al Hospital General de Valencia, donde se activa el protocolo ante casos de agresión sexual. Asimismo se le hace un análisis para ver si hay presencia de tóxicos en el organismo. Aunque no se detecta ninguna sustancia, los especialistas no pueden descartar la presunta sumisión química, ya que la presencia de este tipo de sustancias no permanece mucho tiempo en sangre y orina.
Tras las pesquisas policiales, los agentes han identificado y detenido al presunto agresor sexual, quien sostiene que sí tuvo sexo con la mujer, pero que se trató de relaciones sexuales consentidas. El letrado de la defensa, Pedro Zarcero, ha manifestado que cree plenamente en la inocencia de su cliente motivo por el cual ha asumido la defensa y que durante la instrucción va a demostrar a base de pruebas que el sexo fue consentido y que todo se debe a que la mujer le ha sido infiel a su actual pareja. El detenido, ha quedado en libertad con una simple orden de alejamiento, y atribuye la denuncia a que la víctima supuestamente querría tratar de tapar lo ocurrido esa noche ante su marido.
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El Juzgado de Instrucción número siete de Valencia, que ha acordado la libertad y la citada medida cautelar, se va a inhibir en favor del Juzgado de Instrucción número nueve de Valencia, que se encontraba de guardia la noche en la que se produjo la presunta violación.
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