Vicent Alapont, coordinador del Grupo Especial de Rescate en Altura. Jesús Signes

Los ángeles del aire: 200 rescates en la peores horas de la dana

Las tripulaciones de dos helicópteros auxiliaron a decenas de víctimas en las peores horas de las inundaciones y una de las aeronaves sobrevoló de noche zonas urbanas a pesar del riesgo de chocar con grúas y cables de alta tensión

Javier Martínez

Valencia

Domingo, 26 de octubre 2025, 00:36

Bajo el azote de la fatídica dana, cuando la lluvia, el viento y la furia de la tormenta se confabularon para sembrar el pánico y ... la desesperación, la esperanza descendió del cielo. El 29 de octubre de 2024, las tripulaciones de dos helicópteros desafiaron las inclemencias del tiempo para arrancar de las garras de la tragedia a más de 200 personas. Cada rescate era un latido acelerado, un suspiro contenido en una cadena de instantes de gran tensión y nerviosismo que culminaron con el triunfo de la vida sobre la adversidad y la muerte.

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Desde su primer vuelo en agosto de 2022, el helicóptero V-990 del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia ha intervenido en numerosas emergencias, pero su tripulación nunca antes había realizado tantos rescates en tan pocas horas: hasta 180 operaciones de salvamento en dos días.

Entre los momentos más críticos, Vicente Alberola, piloto del helicóptero V-990 con una experiencia de 13.800 horas de vuelo, recuerda cómo salvaron la vida a un hombre que estaba agarrado a la reja de una casa en Utiel: «La corriente era muy fuerte. Había mucho peligro de que el agua lo arrastrara. El rescate fue muy complicado, pero a final salió bien y pudimos izarlo».

En dos días, el Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA) realizó el mismo número de salvamentos de personas que en todo un año. El equipo estuvo formado por el piloto Vicente Alberola, el copiloto Josep Bou, el operador de grúa Marcelo Becerra, los rescatadores Quique Alonso, Josep Llopis, Toni Boti y Germán Borrás, y los médicos Pedro Aldana y César Lozano. «Fue una locura, no dábamos abasto», recuerda Alberola. «Me sorprendió que todos los bomberos volvieran aquella noche a casa. Arriesgaron sus vidas y lo dieron todo», añade el piloto.

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Vicent Alapont, coordinador del GERA, y otros tres bomberos rescataron a una decena vecinos de Guadassuar que estaban con el agua al cuello. Tanto Alberola como Alapont tuvieron que tomar decisiones críticas. Iban a rescatar a alguien y se topaban con otra persona que también les pedía ayuda. «En esos momentos tienes que tranquilizar a las víctimas y decidir quién corre mayor peligro para actuar con rapidez», explica Alapont.

Un año después de la catastrófica dana, los dos rescatadores coinciden en su sentimiento de impotencia. «Cuando recuerdas aquel día piensas que podríamos haber hecho más, aunque era imposible socorrer a todas las personas. Estábamos desbordados con picos de hasta dos mil llamadas de auxilio. Imagínate la impotencia de los operadores que hablaban por teléfono con las víctimas angustiadas», afirma el piloto. «Nuestro tiempo medio de respuesta ante una emergencia es de veinte minutos, y el día de la dana fue de cuatro horas por la cola de servicios», agrega Alberola.

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Otro audaz piloto se adentró en tierra en plena noche, a pesar del riesgo de chocar contra los cables de alta tensión, para salvar a 11 personas en Manises, Aldaia, Paiporta y Horno de Alcedo. Como un ballet aéreo donde el riesgo y la valentía danzaban y desafiaban a la dana, el helicóptero de Salvamento Marítimo Helimer 203 surcó la noche con unas condiciones adversas por la falta de comunicaciones y visibilidad, esquivó el peligro invisible de grúas, antenas y tendidos eléctricos y puso a salvo a víctimas que llevaban hasta ocho horas en un tejado.

La Unión Interprofesional de la Comunidad de Madrid (UICM) concedió un premio a la tripulación del Helimer 203, el único helicóptero que salió a volar la noche de la riada. Javier Lozano (1972) y Rodrigo Nieto (1986) cuentan con más de 6.000 y 3.000 horas de vuelo, respectivamente, y ambos acumulan una amplia experiencia en operaciones aéreas y servicios de emergencia.

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Como comandante, Lozano era el máximo responsable de la seguridad de la aeronave y lideró el trabajo de la tripulación la noche de la dana. Junto a Lozano y Nieto, el resto del equipo estuvo formado por Guillermo Peñuelas, operador de grúa, y Raúl Ares, rescatador.

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