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Desarticulada en La Vila Joiosa una peligrosa organización criminal tras un secuestro «de película»

Desarticulada en La Vila Joiosa una peligrosa organización criminal tras un secuestro «de película»

Disponían de un «departamento de inteligencia» que seleccionaba a las víctimas más adecuadas, para así lograr mayor rentabilidad en cada golpe

efe

Sábado, 3 de diciembre 2016, 15:13

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La Guardia Civil de Alicante ha detenido a dos hombres y cuatro mujeres como supuestos autores de los delitos de robo con violencia, intimidación, detención ilegal, y pertenencia a organización criminal.

Según ha informado la Comandancia provincial en un comunicado, los detenidos son dos hombres de nacionalidad marroquí (30 y 29 años) y a cuatro mujeres españolas (26, 31, 32 y 47 años) que supuestamente actuaron coordinados para perpetrar robos.

Al parecer, las mujeres, que ejercían como prostitutas de forma voluntaria, fueron reclutadas por los detenidos para establecer relaciones con hombres adinerados y de avanzada edad, con el objetivo de que les facilitasen información que les permitiese robarles.

Siempre según el relato de la Guardia Civil, las mujeres acudían a los domicilios particulares de los solicitantes de servicios sexuales y así aportaban la información sobre las víctimas a los hombres del grupo, quienes estudiaban los movimientos de estas personas, normalmente empresarios de la zona.

Así supieron que uno de los clientes, de 69 años, recibía todos los viernes una considerable cantidad de dinero procedente de varios negocios, y no la ingresaba hasta el lunes de la semana siguiente, guardándola durante el fin de semana en su casa, concretamente oculta en el interior del colchón de la habitación de matrimonio.

Tres mujeres de la organización concertaron una cita con la víctima y otros dos amigos en la casa donde se suponía que iba a estar el dinero.

Una vez allí, las mujeres incitaron a los tres hombres a consumir alcohol, para así mermar sus capacidades físicas y facilitar el atraco, según las conclusiones de la Benemérita.

En el transcurso del encuentro, una de las mujeres salió a la calle con la excusa de coger cobertura para hablar por teléfono y dejó a su paso la puerta de la propiedad abierta, para que se colaran los asaltantes.

Los hombres tiraron a las tres víctimas al suelo, propinándoles golpes por todo el cuerpo y atándoles con bridas las manos y los pies, y "para hacer más creíble el asalto", también golpearon a las mujeres, aunque sin causarles lesiones.

Tras torturar, e incluso apuñalar, al propietario de la casa, éste indicó a los asaltantes que tenía dinero en otro piso, motivo por el cual fue amordazado e introducido en el maletero de un coche para desplazarlo a su otra vivienda.

Al realizar el trayecto en el coche de los secuestradores consiguió escapar en un descuido y advertir a las autoridades.

Cuando los agentes llegaron a la primera casa, el secuestrador había huido, y sus víctimas acababan de liberarse de sus ataduras y se disponían a llamar a la Guardia Civil.

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