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El padre de Ana, entre sus dos hijos, Antonio y Marian, sostiene una foto de la víctima.
Condenan a 25 años de cárcel al hombre que mató a puñaladas su exmujer

Condenan a 25 años de cárcel al hombre que mató a puñaladas su exmujer

Se le ha declarado culpable de un delito de asesinato, imponiéndole indemnizaciones por el "espeluznante daño moral" que ha provocado en sus familiares

ÁLVARO FRÍAS / JUAN CANO

Jueves, 7 de julio 2016, 13:30

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Carlos Río ha sido condenado a 25 años de prisión por matar a puñaladas a su expareja, la profesora de inglés Ana Isabel González, que fue hallada muerta en su piso de Torremolinos en marzo de 2014. En concreto, se le ha declarado culpable de un delito de asesinato, y se le han aplicado las agravantes de parentesco y ensañamiento.

Los hechos ocurrieron después de que finalizase la relación entre el procesado y la víctima, que duró siete años. Así, el 5 de marzo de 2014 Río fue a casa de la mujer provisto con un cuchillo que había adquirido poco antes con la intención de acabar con la vida de Miss Ana, como los alumnos del colegio en el que daba clase conocían a la profesora, que era muy querida.

Tras discutir con ella le asestó una primera puñalada en el cuello y seguidamente, a pesar de los ruegos de la víctima, le clavó el cuchillo otras 30 veces, debido a lo cual su expareja falleció. En la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, se indica que la agresión se produjo de forma sorpresiva.

En este sentido, se explica que Río, sin mediar palabra, apuñaló a la maestra que no pudo defenderse debido a que estaba parcialmente girada, no percatándose de que el procesado llevaba un arma, ya que la sacó rápidamente de entre su ropa, donde la llevaba escondida.

Indenminación de 200.000 euros

Además, en la resolución se insiste en que al asestarle las 30 puñaladas el procesado quería no sólo matarla sino también producirle "un sufrimiento adicional de carácter físico y moral".

Por ello, además de la pena de prisión, la jueza establece para el procesado el deber de indemnizar a los padres de la víctima con 200.000 euros y a los hijos de la profesora con 50.000 a cada uno. Siempre según la sentencia, esto no es "ni mínimamente discutible" tras el "espeluznante daño moral que en los seres queridos de la víctima ha producido no sólo el fallecimiento de esta, sino las circunstancias y el horror en el que se produjo".

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