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Jueves, 31 de enero 2019, 12:13

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El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

Agencia
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

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El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

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El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
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El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

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El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

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El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

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El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

EFE Craig Lassig
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

EFE Enrique García Fuentes
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

EFE Enrique García Fuentes
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

EFE
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

REUTERSPinar Istek
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

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El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

EFE Kamil Krzaczynski
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

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El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

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El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

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El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

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El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

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El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

REUTERS PINAR ISTEKI
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

REUTERS PINAR ISTEKI
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

REUTERS PINAR ISTEKI
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

EFE Craig Lassig
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

EFE Enrique García Fuentes
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

EFE Enrique García Fuentes
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

EFE Craig Lassig
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

EFE Craig Lassig
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.
El mediooeste de Estados Unidos se prepara para unos días de frío extremo que podría situar los termómetros cerca de los 40 grados bajo cero, lo que ha llevado a las autoridades a declarar el estado de emergencia y la cancelación de cientos de vuelos. El área de Chicago está acostumbrada a inviernos crudos, y registra un frío récord de -32 grados centígrados en 1985, pero este año el llamado Vortex Polar llega con una fuerza mayor después de 13 días consecutivos de nevadas. Estas temperaturas pueden congelar a una persona en diez minutos. Se trata de una emergencia que ocurre «una vez por década, o cada dos décadas», declaró Dave Dombek, meteorólogo principal de la empresa Accuweather. La Oficina de Emergencias 911 de la ciudad ha advertido a los valientes ciudadanos de que las señales de congelación son hormigueo, palpitaciones y adormecimiento en los dedos de manos y pies, orejas y nariz. Con la congelación, los fluidos corporales se cristalizan y expanden, causando daños en los tejidos que pueden provocar la muerte.

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