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La pintora valenciana Cari Roig. Roma González
Cari Roig, la artista de Valencia que da clases de pintura a los presos de Picassent

Cari Roig, la artista de Valencia que da clases de pintura a los presos de Picassent

La pintora trabaja con internos del centro penitenciario y les enseña a expresarse a través del arte

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Lunes, 2 de agosto 2021

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Cari Roig ha pasado de exponer en los mejores locales de Valencia a dedicarse, en cuerpo y alma, a pintar en otra sala, más oscura y en la que no todos se atreven a entrar. Ella se ha encargado de llenarla de luz y color con sus pinceles y con su filosofía de vida: el amor y la libertad lo pueden todo.

La valenciana cambió radicalmente el rumbo de su carrera. Una enfermedad la apartó del mundo laboral y le hizo detenerse a pensar y valorar el ritmo de producción artística que llevaba. Pero, sobre todo, el de la vida. Paró, respiró y meditó. Lo tenía todo: el talento, los contactos y los encargos. Formaba, además, un dúo perfecto con Cuqui Guillén. Ambas componían el grupo plástico 'Equipo Límite', surgido durante los estudios universitarios y expusieron en las mejores galerías valencianas, aunque se separaron y empezaron a pintar en solitario.

Cari quería cambiar su forma de vivir y necesitaba poder expresar esa metamorfosis a través de lo que mejor se le da, la pintura. Quería dejar de ser ella para darse a los demás. Desde bien pequeña, su vida siempre ha estado marcada por la pintura, sus manos dirigas por los pinceles y su corazón guiado por el amor al arte.

Cari Roig ha cambiado el rumbo de su carrera artística para compartir su arte con los presos de Picassent

Pero hace 15 años le dio un nuevo sentido y empezó a compartir esa creatividad que, hasta entonces, se había reservado para ella. Así fue como empezó en el Centro Penitenciario de Picassent, donde entró para impartir clases de pintura a los internos.

Empezó con un grupo pequeño de mujeres que, probablemente, han pasado o pasarán su vida en la cárcel. Algunas no sabían escribir. Otras nunca habían tenido la oportunidad de tener un pincel y un folio en blanco delante de ellas. Era todo un reto, tanto para ellas como para la artista, pero que le ha servido para encontrar su sitio y darle a su arte una nueva misión.

No es la única que enseña. Cari ha aprendido con cada una de las historias con las que se ha topado durante sus talleres y las internas han sabido, gracias a ella, valorarse. Muchas de ellas vienen de un entorno familiar y social complicado, o con un pasado problemático y con las clases de pintura han comprobado que nada debería condicionar su futuro. También han visto que eran capaces de hacer algo nuevo y fuera de su zona de confort y que, además, eran reconocidas y felicitadas por su esfuerzo.

«Acompañar» es la palabra clave, dice Cari, que no se coloca en las clases en una situación de superioridad. Las horas que pasa en los talleres no son una lección de pintura más. Ella está al lado de los internos y les da las herramientas para que comprueben como tienen la misma libertad que cualquier otra persona a través del arte.

«La creatividad es una forma de reconciliarse con uno mismo y por tanto con la vida», dice la artista. Cuando empezó esta aventura, con miedo e intriga al mismo tiempo, jamás se imaginó que se entregaría tanto. Y es que Cari ha conseguido cambiar el brillo de los ojos de los presos. Con ella, expresan sus sentimientos más íntimos y también sus quejas. El dolor, la caída y la necesidad de libertad. Les enseña a sentirse útiles y a viajar al interior de cada uno. También les ha hecho ver que puede haber belleza entre rejas y que las segundas oportunidades existen si se tiene la voluntad.

Varias presas pintando en los talleres de Cari Roig. LP
Imagen principal - Varias presas pintando en los talleres de Cari Roig.
Imagen secundaria 1 - Varias presas pintando en los talleres de Cari Roig.
Imagen secundaria 2 - Varias presas pintando en los talleres de Cari Roig.

Las autoras de esos cuadros son 'Guerreras en tiempos de paz', el nombre artístico que pactaron las asistentes a los cursos. Una denominación que encaja con la impresión que tiene Cari de ellas, la lucha y resistencia y la necesidad de sentirse valoros.

Los grupos de pintura se han ido ampliando y ya no trabaja únicamente con mujeres, sino que lo hace también con presos, todo ello es parte de un programa de activismo artístico y social que impulsa desde la Asociación Arcoíris Ríe. El proyecto nacido en noviembre de 2005, comenzó desarrollando un taller creativo en el Módulo 2 de mujeres del Establecimiento Penitenciario de Picassent. Desde la inciativa, ponen mucho énfasis en la valoración por lo creado. Su trabajo ha sido expuesto en varias Casas de Cultura de la Comunitat Valenciana, con el fin de que los internos sientan la emoción de enseñar sus obras como cualquier artista.

Desde la asociación, han realizado otras actividades en el centro penitenciario. Han pintado varios murales en diferentes patios y han participado en diferentes talleres de relajación y yoga. En 2008 se constituyeron como Asociación sin ánimo de lucro y fuedeclarada como Utilidad Pública.

Fuera de este ámbito, también han trabajado con niños, impartiendo talleres en el área de Pediatría del Hospital General. La artista Cari Roig realizó la reforma de todo el área pediátrica creando un espacio donde el mundo de los niños y el color son los protagonistas.

Uno de los murales pintados en Picassent.
Uno de los murales pintados en Picassent. LP

Cari ha escuchado de todo en sus horas de trabajo en Picassent. Es duro, dice, pero vale la pena, cuenta emocionada y entre lágrimas. Y es que ha encontrado el sentido del arte: dar los medios para que cualquiera se sienta libre. Parafrasea aquí a Raffaella Carrà, «libre, libre quiero ser».

Y lo ha conseguido. El trabajo que ha hecho con los presos no se ha quedado en el centro, sino que se ha podido contemplar en una exposición que estuvo, hasta febrero, en el MuVIM.

De cara al futuro, Cari ha decidido volver a pintar para ella. Poco a poco, irá compaginando los talleres en la cárcel con sus encargos. Sus obras son un claro ejemplo del pop postmoderno; todas tienen un mensaje, una simbología y una historia detrás de cada trazada.

Una de sus obras más marcadas es la que hizo con motivo del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en el MuVIM. Una obra que, literalmente, trepaba por los muros del museo y era lo primero con lo que se topaban los que entraban por sus puertas. 'Suspiro esmeralda' se inspira en una heroína de un cómic hindú y reivindica la fuerza de la mujer que avanza, rompe, crea y crece.

Parte de mural 'Suspiro esmeralda' que estuvo expuesta en el MuVIM. LP
Imagen principal - Parte de mural 'Suspiro esmeralda' que estuvo expuesta en el MuVIM.
Imagen secundaria 1 - Parte de mural 'Suspiro esmeralda' que estuvo expuesta en el MuVIM.

Los talleres de Cari han sido su mejor medicina. Ella ha regalado su talento y los presos le han devuelto la energía y las ganas de volver a sentarse en su taller a crear. Aunque la pandemia del coronavirus no se lo está poniendo fácil a los artistas, en general, y el mundo artístico tal y como lo conocía la valenciana está cambiando, tiene ganas de plasmar esa rebeldía que siempre ha llevado por bandera en los lienzos, sin dejar de ayudar a los demás.

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