El truco del corcho de vino para eliminar los malos olores de la nevera

Los electrodomésticos llegaron a nuestra vida para hacerla más fácil y evitar que las tareas del hogar nos quitaran demasiado tiempo. De hecho, a día de hoy no nos imaginamos sin poder usar la lavadora, el lavavajillas o la nevera. No obstante, para que funcionen correctamente y duren el máximo tiempo posible, es muy importante hacer un buen uso de ellos, limpiarlos correctamente y hacerles el mantenimiento pertinente, ya que los malos hábitos aumentan la posibilidad de sufrir averías irreparables o de coste elevado.

Hoy en día, en los supermercados podemos encontrar un producto específico para cada electrodoméstico. Sin embargo, muchas veces resulta un poco engorroso tener que acumular muchas botellas y recurrimos a remedios caseros, que llegan a ser mucho más eficientes y permiten ahorrar unos pocos euros a final de mes, algo que se agradece con la situación económica actual.

Uno de los objetos que se pueden utilizar para solucionar el mal olor que se crea en el interior de la nevera, son los tapones de corcho de las botellas de vino. Seguramente hayas experimentado alguna vez la desagradable experiencia de abrir la nevera en busca de comida y sentirse embriagado por un olor insoportable. En este sentido, lo primero que debemos hacer es analizar el interior del electrodoméstico y comprobar que no haya ningún alimento en mal estado que esté causando esta situación y con el que podemos llegar a intoxicarnos. En caso de que el mal olor provenga de un alimento con un aroma muy fuerte, trata de cubrirlo con papel de plata o prueba a envasarlo en un táper hermético.

Asimismo, es importante limpiar a fondo la nevera y desinfectarla una vez cada dos meses. Para ello, puedes diluir bicarbonato sódico en agua caliente o mezclar agua y sal. Una vez hecho esto, el truco perfecto para mantener el frigorífico libre de olores es colocar un tapón de corcho, que absorberá toda la humedad. Si está plastificado, puedes cortarlo por la mitad e impregnar el agujero hecho con el abridor de aceites esenciales. Los aromas más eficaces son los cítricos, como el limón fresco, la naranja, el pomelo, la bergamota y la mandarina.

Prueba a poner en práctica este truco por la noche y, al día siguiente, notarás que el hedor que se crea en el interior del frigorífico ha desaparecido.

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