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El guitarrista Pablo Sáinz Villegas, una gran figura del panomama internacional. R. c.
«Como un samurái, soy guerrero y rindo culto a la belleza»

«Como un samurái, soy guerrero y rindo culto a la belleza»

El músico riojano, gran figura internacional, rendirá homenaje a Joaquín Rodrigo en el concierto de los Premios Princesa de AsturiasPablo Sáinz Villegas Guitarrista

ISABEL URRUTIA CABRERA

Domingo, 3 de octubre 2021, 00:42

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Tenía muchas dotes como futbolista, pero la guitarra se impuso en su vida. «Me llenaba en todos los sentidos. Hay una parte de trascendencia en la música que no tiene el deporte. Se trata de algo espiritual muy fuerte que me motiva», explica Pablo Sáinz Villegas (Logroño, 1977). Juega en la primera liga de la música clásica -siguiendo lo pasos de Andrés Segovia y Narciso Yepes- y se lo rifan para los grandes eventos, ya sea el Concierto de Fin de Año de la Orquesta Filarmónica de Berlín o los Premios Princesa de Asturias. En este último caso, se le nota impaciente. La cita será el 21 de octubre.

-¡Qué bien se lo va a pasar en Oviedo! Va a tocar 'Concierto de Aranjuez' y 'Fantasía para un gentilhombre', de Joaquín Rodrigo.

-Sí, sí, será un homenaje al maestro. Se cumplen 25 años desde que se le concedió el Príncipe de Asturias y, además, se celebran 120 años de su nacimiento. No llegué a conocerlo en vida pero lo siento muy cercano. Cada vez que interpreto su música es como si hablara con él. Lo entiendo hasta en lo más profundo.

-Siempre de la ceca a la meca, usted suele pasar diez meses fuera de casa.

-Ya. A veces es muy cansado.

-Bueno, bueno, pero no viaja en carromato. Usted recorre el mundo en plan 'gitano señorito'.

-Ja, ja, sí, tenemos nuestras comodidades. Aunque, puestos a establecer comparaciones, en el día a día yo me veo más bien como un samurái.

-Qué peligro.

-No, no. Lo digo porque a los músicos nos define el talante guerrero, la mística del esfuerzo y, al mismo tiempo, el culto a la estética. Mi meta es la búsqueda de la excelencia. Cueste lo que cueste, hay que sacar lo mejor de uno mismo. En cuanto sales a escena, te debes al público.

-¿Hasta qué punto es importante el conocimiento y control del propio cuerpo?

-Resulta fundamental. Tienes que estudiarte a fondo. Eso te ayuda a gestionar el esfuerzo y alcanzar la magia. ¡Instantes en que el tiempo se detiene! Son epifanías que también experimentan los deportistas en momentos clave.

-Y usted, ¿a quién pretende ganar?

-Mi victoria es llegar al público. Hacerles llegar mi mensaje, lo que llevo dentro. Para eso hay que ser valiente.

-¿Que habría sido de su vida sin una guitarra?

-Me atrae mucho la escultura, la arquitectura, la radio... Me considero un hombre de acción. De una manera u otra, siempre encuentro una vía para expresarme.

-Se marchó de España a los 18 años y no ha parado.

-El tiempo vuela.

-¿Qué es lo más valioso que ha aprendido en este tiempo?

-La lección más importante ha sido aceptar mis errores y aprender a perdonarme.

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