El peligro de los ambientadores y aromatizadores
Las velas aromáticas u otros tipos de pulverizadores no son aconsejables para la salud
Laura Carrasco
Lunes, 18 de agosto 2025, 23:54
Utilizar fragancias parecidas a las sensaciones de caminar por un fresco y agradable bosque de pinos en el hogar mediante productos químicos (ambientadores, ceras, limpiadores de suelo, desodorantes...) llena rápidamente el aire con partículas a escala nanométrica que son lo suficientemente pequeñas como para llegar a lo más profundo de los pulmones. Así lo han comprobado ingenieros de la Universidad de Purdue (EE.UU) mediante una serie de estudios.
Estas nanopartículas se forman cuando las fragancias interactúan con el ozono, que penetra en los edificios a través de los sistemas de ventilación, lo que deriva en transformaciones químicas que terminan creando nuevos contaminantes en el aire, y estas plantean riesgos para la salud respiratoria.
La amenaza de las ceras perfumadas
En un artículo recientemente publicado, el profesor de ingeniería civil Brandon Boor, y la profesora adjunta de la Escuela Lyles Nusrat Jung, afirman que las ceras perfumadas, que normalmente se anuncian como no tóxicas porque no requieren llama, en realidad contaminan el aire interior al menos tanto como las velas.
Las ceras y otros productos perfumados liberan terpenos, que son los compuestos químicos responsables de sus aromas. Dado que las ceras contienen una mayor concentración de aceites aromáticos que muchas velas, emiten más terpenos al aire interior. Estos expertos también descubrieron que los difusores de aceites esenciales, los desinfectantes, los ambientadores y otros aerosoles perfumados también generan una cantidad importante de partículas nanométricas.
El peligro de las cocinas de gas
No solo los productos perfumados contribuyen a la contaminación por nanopatículas en interiores, ya que un estudio dirigido por Boor descubrió que cocinar en una cocina de gas también emite nanopartículas en grandes cantidades. Solo un kilogramo de combustible para cocinar emite 10 cuatrillones de partículas más pequeñas que 3 nanómetros , lo que iguala o supera lo que emiten los automóviles con motores de combustión interna. Esto equivaldría a que, a ese ritmo una persona podría estar inhalando entre 10 y 100 veces más partículas de menos de tres nanómetros por usar una cocina de gas que por el tubo de escape de un automóvil en la calle.