El síntoma más claro de estar sufriendo un golpe de calor
Es importante saber cómo detectar y reaccionar si las altas temperaturas afectan a nuestra salud
Llega el verano y con él las largas jornadas en la playa, en la piscina o de vacaciones recorriendo el casco histórico de cualquier ciudad. Pero a los planes veraniegos no suele faltarles algo que muchos llevan cada vez peor: el calor. Las altas temperaturas son especialmente intensas en los meses de julio y agosto, aunque comienzan a dejarse notar antes y pueden llegar a ser todavía más peligrosas durante olas de calor.
En días con temperaturas muy altas es necesario prestar especial atención a niños y personas vulnerables, así como a nuestras mascotas. Es importante saber cómo reaccionar en caso de detectar que alguien está sufriendo un golpe de calor y qué signos alertan de que tu propio cuerpo puede estar pasando por uno.
Aunque son varios los síntomas que pueden desatar la alarma, hay uno que es especialmente revelador de estar padeciendo un golpe de calor: la temperatura corporal elevada. Tenerla por encima de los 40ºC y además de tener la piel caliente, notarla seca y enrojecida, son signos evidentes de que el calor puede estar pasando factura. Además, otro punto muy significativo es que puede haber falta de sudor a pesar de estar a altas temperaturas.
El golpe de calor también puede producir cambios en el estado mental o de comportamiento, como confusión, problemas de dicción, desorientación o pérdida de conciencia. Además, también suele venir acompañado de un intenso dolor de cabeza (especialmente en las primeras fases), mareos, náuseas y vómitos, calambres, respiración acelerada y debilidad muscular generalizada.
Noticia relacionada
El sencillo truco para evitar que tu perro sufra un golpe de calor
Este problema de salud se debe a un fallo de los mecanismos termorreguladores, y si no se trata de forma adecuada y rápida puede derivar en un fallo multiorgánico grave e incluso la muerte.
El motivo principal por el que se sufren golpes de calor es el aumento de la temperatura externa, por lo que es lógico que se produzcan especialmente en verano. No obstante, también se puede padecer un golpe de calor tras realizar ejercicio físico intenso en condiciones de elevada humedad y altas temperaturas.
Para evitar sufrir un golpe de calor, es esencial no exponerse al sol en las horas puntas (mediodía) y buscar sombra y lugares frescos, además de hidratarse frecuentemente, llevar ropa ligera y clara y no realizar actividad física intensa con altas temperaturas.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.