El programa piloto para la detección precoz del cáncer de pulmón muestra su valía
El cribado a 658 fumadores mayores de 50 años sin síntomas logra detectar, en su primer año de funcionamiento, tumores en fase inicial al 3,2% de los participantes, lo que podría salvar sus vidas
El programa piloto para la detección precoz del cáncer de pulmón en España, que echó a andar hace un año y medio, ha dado a conocer sus primeros resultados y son bastante esperanzadores. Apuntan a que este sistema de cribado para detectar los tumores en la población de riesgo cuando aún son asintomáticos y operables, cuando el tratamiento puede ofrecer un índice de supervivencia a los cinco años del diagnóstico del 80% o más, ha probado su valía.
El empeño de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), que es la promotora del proyecto con el apoyo de la Asociación Española contra el Cáncer, de organizaciones de pacientes y del resto de las principales sociedades científicas inmersas en la lucha contra este tumor (oncólogos, radiólogos, patólogos y médicos de familia), ha logrado que doce hospitales de seis comunidades autónomas, coordinados con el mismo número de centros de salud, hayan sometido a pruebas diagnósticas desde noviembre de 2023 y hasta hoy a 658 fumadores o exfumadores mayores de 50 años sin síntomas en busca de indicios de cáncer de pulmón.
El resultado es que los escáneres y espirometrías que les realizaron permitieron detectar tumores aún incipientes y localizados en 21 casos, un 3,2% del total, lo que permitirá someter a estos ciudadanos, que en caso contrario no hubiesen conocido su diagnóstico probablemente hasta que la enfermedad alcanzase un estadio avanzado, a tratamientos con altas expectativas de éxito y de supervivencia.
El proyecto lo impulsa una sociedad médica con la ayuda de doce hospitales, pero lucha por convencer a las autoridades sanitarias para que lo implanten en todo el país y para todos los españoles en riesgo
Los doctores Juan Carlos Trujillo y Luis Seijo, coordinadores del proyecto, indicaron que se trata de un resultado «muy positivo», pues demuestra que el modelo de cribado que han puesto en marcha, pese a estar aún en mantillas, logra «un porcentaje relevante de detección de cáncer de pulmón en fase temprana». De hecho, la proporción está en la banda alta de experiencias internacionales similares, que en sus chequeos preventivos detectan tumores asintomáticos entre el 1% y el 4% de los casos revisados.
Del resto de los pacientes sometidos al cribado, con una media de edad de 61 años y fumadores o exfumadores de al menos una cajetilla diaria durante 20 años, el TAC salió totalmente limpio en el 77% de los casos y el resultado del 19% restante no se consideró concluyente, por lo que habrá que hacerles seguimiento y estudios complementarios. Las pruebas también lograron detectar calcificaciones coronarias en un 52%, enfisemas en un 17% y otras patologías respiratorias en porcentajes menores.
El cáncer más letal
Separ, con su iniciativa, busca mejorar los opciones de derrotar a la enfermedad y demostrar a las autoridades sanitarias la viabilidad y la rentabilidad de implantar esta clase de cribado, pero no ya de forma experimental y para unos pocos sino para todos los españoles incluidos en el grupo de riesgo. La iniciativa, que por ahora es solo una prueba piloto, si termina por consolidarse y pasar a formar parte de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, como ya ocurre con los cribados de mama o de colon, elevaría de forma notable las tasas de supervivencia del tumor que más muertes causa cada año en este país, unas 23.000, un fallecimiento cada veinte minutos.
Un sistema eficaz de detección temprana de los tumores de pulmón daría un vuelco a la pelea contra esta patología, que hoy tiene una supervivencia a los cinco años del diagnóstico del 15% porque, en la gran mayoría de casos (siete de cada diez), el diagnóstico llega ya en una fase muy avanzada de la enfermedad, donde la cirugía, la técnica más eficaz para lograr una curación, ya no es aconsejable o posible, por el excesivo desarrollo del cáncer o porque incluso ha comenzado una metástasis.
En tanto las autoridades sanitarias deciden si institucionalizan y extienden a todos los españoles en riesgo este cribado, Separ y sus aliados continuarán con el proyecto piloto. Su idea es aumentar de aquí a septiembre de forma importante los hospitales y centros de salud y las autonomías que participan en el programa, para poder pasar de los actuales 80 ciudadanos cribados al mes a no menos 200. Su idea es realizar exámenes durante los próximos cinco años y luego un seguimiento de los pacientes cribados durante los cinco años siguientes.
Medios limitados
Dado lo restringido de las posibilidades de este piloto, los criterios de selección de candidatos son muy estrictos: tabaquismo y edad. Los aspirantes a entrar en el programa son ciudadanos de entre 50 y 75 años, que fuman o que lo hicieron en los últimos 15 años y que han consumido de media no menos de una cajetilla de cigarrillos al día. Podrán llegar al cribado a través de los centros de salud o de los especialistas hospitalarios participantes.
La herramienta principal de Cassandra, que es el nombre de la experiencia, es un escáner de baja dosis de radiación del tórax, para tratar de detectar nódulos pulmonares malignos, completada con un aparato de espirometría, para determinar la capacidad y el fuelle pulmonar del ciudadano. Se aspira a que en el futuro se puedan realizar análisis sanguíneos en busca de biomarcadores tumorales que pronostiquen la enfermedad antes incluso de que aparezcan los nódulos, pero ahora no hay presupuesto para hacerlo. El programa se completa con una plan de cesación tabáquica al que ya se ha apuntado el 97% de las personas cribadas que todavía fumaban.
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