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Miércoles, 30 de abril 2025, 17:24
La fibrilación auricular, uno de los tipos de arritmias más frecuentes, suele originarse en las venas pulmonares, concretamente a través de células con actividad eléctrica anómala y puede ser causante de trombos cardiacos y de desencadenar insuficiencia cardiaca, originando una importante limitación en la calidad de vida
Para su tratamiento se pueden utilizar técnicas de ablación que usan calor (radiofrecuencia) o frío extremo (crioablación) para destruir el tejido responsable. Sin embargo, en ambos casos existe el riesgo de dañar estructuras colindantes como el esófago o los nervios que rodean al corazón.
«Gracias a la electroporación de venas pulmonares», explica el doctor Ángel Ferrero, electrofisiólogo cardíaco del Hospital Quirónsalud Valencia y uno de los pioneros en la introducción de esta técnica en la sanidad privada valenciana, «podemos tratar las arritmias mediante campos eléctricos pulsados de alto voltaje en milisegundos, provocando una muerte celular controlada únicamente en el tejido cardiaco implicado, sin afectar estructuras vecinas».
El tratamiento de electroporación se realiza bajo anestesia local y sedación, mediante dos pequeñas punciones en la vena femoral derecha. A través de esta vía se introducen catéteres que acceden a la aurícula izquierda del corazón, donde se aplican impulsos eléctricos para desconectar eléctricamente las venas pulmonares.
«Todo el procedimiento dura alrededor de 50 minutos y el paciente puede marcharse a casa tras unas horas de observación, sin puntos de sutura y con mínima estancia hospitalaria», indica el doctor Ferrero.
Ventajas de la electroporación de venas pulmonares frente las técnicas tradicionales
Las ventajas de la electroporación frente a las técnicas convencionales son múltiples y significativas. Una de las más destacadas es su capacidad para provocar una lesión altamente selectiva en el tejido cardíaco diana, sin afectar estructuras adyacentes como el esófago o los nervios frénicos. «Esta especificidad», aclara el especialista, «reduce drásticamente las complicaciones asociadas a otras formas de ablación, como la radiofrecuencia o la crioablación, que emplean energía térmica». Además, las aplicaciones de electroporación se realizan en milisegundos, lo que permite acortar considerablemente el tiempo del procedimiento.
«En conjunto, se trata de una técnica que no solo ofrece mayor precisión, sino también una intervención más segura y una recuperación mucho más rápida para el paciente», concluye el doctor Ferrero.
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