Las cuatro frutas de otoño que contienen propiedades medicinales

El otoño es una época rica en frutas que aportan energía, vitaminas y antioxidantes, ayudando a afrontar el frío del invierno y a prevenir resfriados, reforzando las defensas. Los mercados en esta estación del año se llenan de color y de una gran variedad de frutas entre las que elegir; cítricos, fresas, uvas, manzanas, arándanos, frambuesas, peras, ciruelas, granadas…

En general, todas ellas des­tacan por sus nutrientes y vitaminas, además de por estar deliciosas. Pero sin embargo, hay cuatro frutas de otoño que, además, despuntan sobre el resto por tener propiedades medicinales. Se trata, según revela la revista de terapias, remedios naturales y nutrición 'Cuerpomente', de las fresas, los arándanos, el madroño y el guillomo.

Aportan mucha vitamina C -«100 g satisfacen el 100% de las necesi­dades diarias», explican desde la revista- y antioxidantes, que ayudan a retrasar el envejecimien­to celular.

Propiedades: Actúa como antioxidante, he­mostática local, antidiarreica, vitamínica y remineralizante. Están indicadas como apoyo en caso de fragilidad capi­lar, varices y hemorroides.

Según 'Cuerpomente', los arándanos se indican para combatir los edemas y la retención de líquidos, para aliviar los proble­mas de insuficiencia venosa como varices y hemorroides, y para tra­tar retinopatías y la hemeralopía, que es la disminución de la agude­za visual con la luz del crepúsculo o una luz tenue, originada a veces por un déficit vitamínico.

Propiedades: Es vitamínico, antiinflamato­rio, oftálmico, diurético, an­tiedematoso y hemostático.

Son comestibles y un punto ácidos a veces, y desde 'Cuerpomente' indican que «no deben consumirse más que unos pocos ya que en personas predispuestas pueden provocar mareos y migraña». Aseguran que portan vitami­nas y fibra, y con ellos se elaboran licores, mermeladas y confituras.

Propiedades: Resulta vitamínico, reminera­lizante y diurético, así como antiséptico urinario (las hojas y la corteza).

Son los más desconocidos. Crecen en orlas de bosques y pe­ñascos y sus frutos, de color azul negruzco, son aromáticos, ligera­mente dulces. También aportan vi­taminas y minerales.

Propiedades: Según la citada revista, son nutritivos, vitamínicos, remine­ralizantes, diuréticos, hipoten­sores y antirreumáti­cos.

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