El aviso de una nutricionista a los que congelan el pan: «Te estás alimentando de una forma muy sana»

Congelar los alimentos es una práctica común en muchos hogares, utilizada no solo para prolongar su vida útil, sino también para mejorar la seguridad alimentaria. De hecho, la congelación de productos como el pescado es imprescindible para eliminar parásitos como el anisakis, y las frutas y verduras se congelan frecuentemente para conservar mejor sus nutrientes. Sin embargo, más allá de estos beneficios, en algunos casos, la congelación puede ofrecer ventajas adicionales para la salud. Este es el caso del pan, un alimento de consumo habitual que, según explica la nutricionista y divulgadora Beatriz González y recoge Europa Press, podría aportar beneficios inesperados para nuestra microbiota intestinal.

En un vídeo publicado en su cuenta de TikTok (@bea_gonfer), Beatriz González señala que congelar el pan antes de consumirlo puede tener un impacto positivo en el equilibrio bacteriano del intestino. «¿Eres de los que congela pan y lo va descongelando a medida que lo va consumiendo? Pues tengo que decirte que estás alimentando de una forma muy sana a las bacterias de tu intestino», afirma.

El beneficio radica en la composición del pan, que está compuesto en su mayoría por almidón, un carbohidrato complejo presente en la harina de trigo. De acuerdo con la nutricionista, al congelar el pan, el almidón experimenta un proceso conocido como retrogradación, lo que implica que su estructura se modifica y se convierte en una forma de fibra no absorbible por el intestino. Este almidón modificado es denominado almidón resistente, y al llegar al colon, las bacterias intestinales lo utilizan como alimento, generando butirato, un ácido graso de cadena corta que tiene un importante papel antiinflamatorio en el intestino.

Aparte de los beneficios para la salud intestinal, la nutricionista también destaca el impacto positivo de la congelación del pan en la lucha contra el desperdicio alimentario. Al descongelarlo de manera gradual, según se va necesitando, se previene que el pan se endurezca o se eche a perder, lo que permite aprovecharlo por completo y reducir el desperdicio, un problema creciente en muchos hogares.

Para optimizar estos beneficios, González recomienda elegir pan integral, ya que contiene una mayor cantidad de fibra que el pan blanco. Además, sugiere acompañarlo con otros alimentos saludables, como aguacate, aceite de oliva, tomate o hummus, para crear una comida nutritiva y equilibrada. «Si encima el pan es integral y lo acompañas de aguacate, aceite de oliva, tomate, hummus, ya haces pleno», concluye la nutricionista.

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