Álvaro Darás, traumatólogo: «Hay que caminar, como mínimo, 30 minutos al día y realizar dos sesiones de fuerza a la semana»

La salud de los pies es indispensable para estar bien. Tiene su lógica. Los pies sostienen el cuerpo entero, atesoran alrededor de 7.000 terminaciones nerviosas que conectan con todo el cuerpo. En un mundo en el que el sedentarismo va en aumento y el trabajo se desarrolla, en buena parte, de manera estática y en sillas de oficina, ¿qué riesgos debemos tener en cuenta en cuanto a la salud de nuestros pies y tobillos se refiere?

Hablamos con los traumatólogos Álvaro Darás y Pablo Vila, especialistas de la Unidad de Pie y Tobillo del Hospital Quirónsalud Valencia y Centro Médico Quirónsalud Mercado de Colón. Hablan de la relación íntima entre una vida sana y unos pies sanos, de la salud deportiva, de los riesgos que presenta la falta de ejercicio y de la insólita fortaleza de los huesos y cartílagos del pie en comparación con otras partes del cuerpo.

-En los últimos tiempos ha habido un incremento en el running. De hecho, la última carrera organizada por Las Provincias ha pasado de 5.000 inscritos el año pasado a 10.000 este año. ¿Se ha reflejado esto en un aumento en las lesiones de tobillo y pie? ¿Se corre mal?

-Álvaro: Sí. La popularización del running ha tenido un impacto directo en un incremento en la incidencia de lesiones en pie y tobillo en nuestro entorno. Ya no solo hay esguinces de tobillo, que implican un evento traumático (torcedura del tobillo o pie), sino también lesiones por fatiga o sobrecarga, como tendinitis, edemas óseos o fracturas de estrés que se relacionan con factores no traumáticos como un calzado inadecuado, el aumento de la intensidad del entrenamiento, la fatiga muscular o el estrés.

-Pablo: La clave para paliar esto es escuchar a tu cuerpo, reconocer las señales y aceptar que no siempre vas a poder llevarlo al límite, es decir, hay días donde tienes que bajar el ritmo y respetar los descansos.

-El sedentarismo en aumento, así como la realidad que supone que la sociedad tiende a trabajar de manera estática en sillas de oficina, ha provocado que haya menos movimiento, que se ande menos y se ejerciten menos los pies y tobillos. ¿Hay un problema estructural en este sentido?

-P: Sí, a largo plazo puede provocar un cambio en la estructura que desemboque en la necesidad de plantillas correctoras o incluso pasar por el quirófano. Esto se explica porque el poco uso de los músculos puede desencadenar en una debilidad o atrofia de la musculatura, que actúa como estabilizadora secundaria en el soporte de la estructura del pie. Al perder o debilitar esa función, las articulaciones y ligamentos van a sufrir más estrés, lo que puede provocar con el tiempo una alteración en la estructura.

-A: También influye en otras patologías no relacionadas con el running, como en el caso del juanete. En casos seleccionados, desde la consulta, mandamos a los pacientes realizar una serie de ejercicios para potenciar la musculatura intrínseca del pie, lo que contribuye a mejorar el dolor en dichos pacientes.

-¿Cuánto debe andar una persona normal para tener unos pies y tobillos fortalecidos?

-A: Lo recomendable es caminar al menos 30 minutos la mayoría de los días de la semana, acompañado de un par de sesiones de fuerza a la semana.

-Los huesos y articulaciones envejecen, como es lógico. Pero da la impresión de que los pies envejecen más lentamente. Quizás sea una tontería, pero ¿son por lo general los pies y los tobillos más resistentes que el resto del cuerpo?

-P: El pie y tobillo tienen una articulación de carga que soporta todo el peso del cuerpo. Su singular configuración, formada por 28 huesos, la hace especialmente resistente.

El cartílago del tobillo es el que mayor estrés biomecánico por centímetro cuadrado soporta. Sin embargo, la artrosis primaria es mucho más frecuente en otras localizaciones, como la cadera o la rodilla, lo que sugiere dicha resistencia de la que hablas.

-A: La causa más frecuente de artrosis de tobillo, a nivel mundial, es postraumática, es decir, tras haber sufrido una fractura. Y esto ocurre con mayor frecuencia en personas que realizan deportes intensos o de riesgo, siendo la población joven más vulnerable. El manejo de estas lesiones desde centros especializados puede contribuir a disminuir la incidencia de artrosis en el tobillo y pie.

-Por otro lado, ¿cómo envejecen los pies y tobillos? ¿Qué debe tener en cuenta una persona a las puertas de la vejez?

-P: Con el paso del tiempo, los pies pueden experimentar una serie de cambios como el aumento de tamaño, tanto en longitud como en anchura, y se puede producir un aplanamiento del arco plantar; debido a la pérdida de la flexibilidad. Es importante elegir un calzado adecuado, confortable y con un buen soporte. Además, recalcar la importancia de realizar estiramientos y ejercicios de potenciación muscular para mantener la flexibilidad y evitar la rigidez.

-Los pies cuentan con más de 7.000 terminaciones nerviosas que conectan con todo el cuerpo. ¿Es, de alguna forma, la salud de nuestros pies clave para garantizar la salud general?

-P: La salud de los pies es crucial para el bienestar general, ya que influye en la biomecánica y la función de otras partes del cuerpo.

-A: Una patología en nuestros pies puede afectar a la marcha, la postura y la distribución de peso, lo que puede causar dolor en la espalda, rodillas o caderas.

-Teniendo en cuenta esa relación tan íntima entre los pies y el resto del cuerpo, ¿debe haber sinergias entre la traumatología y otros ámbitos de la salud?

-P: Desde luego, estamos en constante contacto con médicos rehabilitadores, fisioterapeutas y podólogos para lograr una recuperación completa y funcional de nuestros pacientes. El abordaje integral y en equipo, asegura que el paciente no solo se recupere físicamente, sino que también recupere su capacidad para realizar sus actividades diarias y disfrutar de una vida plena.

-¿Pueden dar tres consejos para tener los pies y tobillos sanos?

-A: La primera, usar un calzado adecuado que se ajuste bien, con buen soporte para el arco, amortiguación y espacio para los dedos. La segunda, hacer ejercicios de fortalecimiento, estiramiento y equilibrio. Y la tercera, cuidar la higiene y revisar tus pies de forma regular, especialmente si tienes diabetes.

-Entrando en el plano deportivo, ¿qué lesiones son más frecuentes en pie y tobillo? ¿Varían según la exigencia?

-A: Las más comunes son los esguinces de tobillo. Le siguen las fracturas por estrés en el pie, las tendinopatías (como la del Aquiles o tibial posterior), y la fascitis plantar. Son zonas que soportan mucha carga y están en constante movimiento, por eso se lesionan con tanta facilidad.

-P: En deportes de impacto y cambios de dirección como fútbol, baloncesto o pádel, el tobillo sufre mucho. En corredores o triatletas, las sobrecargas afectan más al pie: tendinitis, periostitis, fracturas por estrés. El nivel de exigencia influye también: cuanto más intenso y repetitivo el gesto, mayor es el riesgo.

-¿Qué predispone a sufrir una lesión en estas zonas?

-A: Mala técnica, fatiga muscular, uso de calzado inadecuado, pisadas descompensadas, falta de calentamiento… También influyen alteraciones biomecánicas o antecedentes de lesiones mal curadas. En muchos casos, una primera torcedura mal tratada se convierte en una inestabilidad crónica.

-¿Qué deportes presentan mayor incidencia de lesiones en pie y tobillo?

-A: Fútbol, baloncesto, pádel y voleibol destacan por su alta incidencia. Son deportes que implican saltos, giros, frenadas bruscas y contacto. También el trail running, por la irregularidad del terreno.

-¿Qué síntomas deben alertar al deportista para consultar a un especialista?

-P: Dolor persistente, inflamación, sensación de inestabilidad o chasquidos articulares. Si tras unos días de reposo no mejora, lo recomendable es acudir a consulta.

-¿Qué avances existen actualmente en cirugía de estas zonas?

-A: La cirugía mínimamente invasiva ha supuesto una revolución. Con técnicas artroscópicas podemos reparar lesiones intraarticulares, eliminar cuerpos libres o reconstruir ligamentos sin necesidad de grandes incisiones. Esto se traduce en menos dolor, menor riesgo de complicaciones y una recuperación más rápida.

-¿Es tan importante la rehabilitación tras una operación?

-A: Es clave. La operación resuelve el problema anatómico, pero la recuperación funcional depende totalmente de la rehabilitación. Necesitamos controlar el dolor y la inflamación, recuperar movilidad, fortalecer musculatura y readaptar al gesto deportivo. Sin eso, la cirugía por sí sola no es suficiente.

-¿Los deportistas pueden volver al mismo nivel después de operarse?

-P: Sí, muchos incluso vuelven mejor de lo que estaban. Al corregirse definitivamente la causa de la lesión o la inestabilidad, el rendimiento mejora. Eso sí, no hay atajos: el protocolo de recuperación debe ser estricto, progresivo y supervisado. Hay que respetar los tiempos biológicos.

Más información en el Hospital Quirónsalud Valencia y Centro Médico Quirónsalud Mercado de Colón

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