La Volta a Peu, símbolo de los felices años 20 del atletismo valenciano
En pleno siglo XXI, la ciudad continúa celebrando la histórica prueba popular mientras vive una auténtica fiebre por el running y cuenta con los destacados Maratón y Medio Maratón Trinidad Alfonso
BEATRIZ LLEDÓ
Sábado, 26 de septiembre 2015, 00:33
Son andarins? ¿Ahon van? ¡Pobrets van a agarrar algun costipat!» Eran vísperas de la Navidad de 1907 cuando unos asombrados vecinos de l'Horta Nord se sorprendieron al ver pasar a un grupo de personas corriendo frente a sus casas. No sabían que estaban siendo espectadores de lujo de un hecho histórico del atletismo valenciano: la primera prueba reglamentada, organizada por la Union Velocipédica de Valencia y cuyo recorrido fue Valencia-Massamagrell y regreso. Eran las primeras zancadas de una carrera de fondo en una ciudad que cuenta con la decana Volta a Peu y que, en pleno siglo XXI, vive una auténtica fiebre por el running.
Durante todo el siglo XIX la ciudad había acogido numerosas pruebas a pie que poco tenían que ver con el pedestrismo. Los participantes decinomónicos no corrían para superar una marca, no había trofeos y no buscaban dar prestigio a una institución o a su país de procedencia. Aquellas carreras tenían pocas similitudes con las primeras disputadas ya en el siglo XX, cuando los adeptos a este deporte crecen a pasos agigantados. Nace entonces la Agrupación Pedestre Valencia que organiza una competición entre Valencia y Quart de Poblet, se celebra la primera maratón Sagunto-Valencia en el contexto de la Exposición Regional de 1909, y en 1924 se organiza la I Volta a Peu, todo un referente. Precisamente aquel año se fundó el equipo de atletismo como una sección del Valencia Fútbol Club (entonces era habitual que los equipos de balompié contaran con sección atlética), aunque esta desaparece en 1932. Son los felices años 20 del atletismo valenciano.
José Andrés, apodado 'El Rochet' por su color de pelo, y vendedor de refrescos en Mestalla en el descanso de los partidos, fue el ganador de la primera edición de la Volta a Peu, que tenía su salida en el Ayuntamiento de Valencia y la meta en los aledaños de la Plaza de Toros. «Las siete ediciones disputadas hasta 1930 supusieron cada año un nuevo récord de participación y una cita obligada para cientos de atletas que acudían desde muchos pueblos», cuenta Recaredo Agulló en su libro 'Un siglo de atletismo valenciano (1907-2008). De los primeros andarines al mundial de atletismo'.
En 1929, y con más de medio millar de atletas llegados a la meta, la Volta a Peu de Valencia fue la primera en número de participantes de España y la primera en inscribir en su palmarés al galo Henry d'Artigues, campeón de Francia de cross. En la década de 1930 sólo se disputó una edición (la de 1930). En septiembre de ese mismo año se celebró la primera Volta a Peu a la región valenciana, que constó de 13 etapas y recorrieron toda la Comunitat. Por aquel entonces el firme del asfalto era de tierra o piedra y el calzado no tenía nada que ver con el actual. Hubo 21 participantes y la prueba duró 20 días, con varias jornadas de descanso. En esta década destacó José Lacomba, un joven del Grao que se proclamó campeón de España de triple salto, longitud y altura. Unos años que también fueron los de la incorporación a este deporte la mujer.
Lo cierto es que la Volta a Peu sirvió de espejo para un gran número de carreras populares de toda la provincia. A lo largo de toda su historia, la prueba se ha dejado de celebrar en varias ocasiones. Primero por la Guerra Civil y la posguerra. Y después por la falta de fondos en las décadas de 1960 (cuando sólo hubo tres ediciones) y en la de 1970, en la que únicamente se celebró la edición de 1979. La práctica del pedestrismo comenzó a llamarse también 'footing' y los aficionados a esta disciplina salían a correr con cintas blancas anudadas a la cabeza. Renacía la pasión por el atletismo ya vivida en los años 20.
Ya en 1983, con la organización a cargo de la Sociedad Deportiva Correcaminos, se vivió «la consolidación» de la histórica Volta a Peu, opina Agulló. La carrera decana se convirtió en el hito que hoy es y que en los años 90 «vivió su momento de máximo esplendor» con más de 35.000 dorsales. Con más de 60 ediciones a sus espaldas, la prueba popular es, junto a la San Silvestre, «la carrera por antonomasia. Es grandiosa. Un referente», la califica Agulló.
Primera prueba de fondo
Dos años antes, concretamente el 29 de marzo de 1981 se celebró el primer Maratón de Valencia, que nació el mismo día que el de Londres. Su historia también está estrechamente ligada a la de la Sociedad Deportiva Correcaminos, uno de los primeros clubes que impulsaron el atletismo popular a finales de los años 70. La primera edición salió y terminó en el paseo de la Alameda. Hoy el Maratón Trinidad Alfonso es una de las citas más importantes del calendario nacional para los amantes del running. El centro de la prueba es la Ciudad de las Artes y las Ciencias y el recorrido son unos nada desdeñables 42,195 kilómetros que sacan a relucir los valores de sacrificio, constancia, esfuerzo y superación.
Además, el Medio Maratón Valencia Trinidad Alfonso se ha convertido en otra de las grandes pruebas del otoño dentro del panorama nacional de las carreras de fondo. Con un recorrido de 21.097 metros en un circuito rápido que atraviesa la Valencia junto al mar y el centro de la ciudad, en 2014 se convirtió en el Medio Maratón más rápido de España. El año pasado participaron en la prueba más de 10.000 corredores. Recientemente, esta prueba valenciana ha obtenido el reconocimiento de la Medalla de Plata otorgada por la IAAF, lo que la sitúa entre los mejores medios maratones del mundo. Asimismo, la RFEA la ha designado como la mejor del territorio nacional en esta distancia. «En 2014 se consiguió la sexta mejor marca del mundo de todos los tiempos», destaca Agulló. Récords cómo estos evidencian que no sólo hay cantidad, sino calidad. Valencia cada vez atrae a más atletas de renombre. Corredores etíopes, keniatas y marroquíes ya han incorporado la Media Maratón de la ciudad entre sus citas ineludibles.
¿Cuál es la fórmula mágica de esta nueva fiebre del running? Para Agulló no hay duda. Se trata de un deporte barato en el que basta calzarse un par de zapatillas y salir a la puerta de casa para empezar a practicarlo. Además, Valencia cuenta con una geografía llana que resulta perfecta para el desarrollo de este deporte. Si a ello se le añaden 300 días de sol y un lugar ideal como es el cauce del Túria, el resultado es el esperado. «Además, con las asociaciones deportivas ocurre algo parecido al mundo fallero, los amigos se reúnen, se ponen como meta ir al Maratón de Barcelona o de Nueva York y van creando ejemplo», compara Agulló. A ello se suma la incorporación definitiva de la mujer, que ha revitalizado este mundo y la proliferación de aplicación para el móvil que ofrecen todo tipo de datos personalizados.
El recién inaugurado Circuit 5K, un carril 5.731 metros específico para corredores y con un trazado que cuida hasta el más mínimo detalle, redondea el escenario perfecto para batir todos los récords. Estamos ante una nueva época dorada. Como en los felices años 20 cuando nació la Volta a Peu. Como a finales de los 70 cuando se retomó la afición por el 'footing'. Hoy el running levanta pasiones en Valencia.