El peligro de dormir con la calefacción encendida toda la noche: Descubre cómo puede afectar a tu salud
Algunos de los efectos de dormir con temperaturas altas son dolor de cabeza, deshidratación y sudoración nocturna
Jaime Vázquez García
Viernes, 28 de noviembre 2025, 00:53
Con la llegada del frío, surge una de las dudas más frecuentes: ¿Es saludable dormir con la calefacción encendida durante toda la noche? Para muchas personas, esta opción parece la solución ideal, pero no siempre es lo más recomendable desde el punto de vista de la salud.
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Diversos estudios han revelado resultados que invitan a la reflexión. En una investigación realizada en el Reino Unido por 'Slumberdown', casi la mitad de los encuestados confesaron dormir con la calefacción puesta, pero muchos experimentaban molestias al despertar, como dolores de cabeza y deshidratación.
Algunos participantes incluso mencionaron que se despertaban sudorosos, lo que puede alterar la temperatura natural del cuerpo. Normalmente, nuestro cuerpo regula la temperatura a lo largo de la noche: empieza más alto, luego desciende y vuelve a subir al acercarse el momento de despertarse.
¿Cuál es el efecto negativo dormir con la temperatura alta?
Mantener una temperatura elevada durante toda la noche puede perjudicar la calidad del sueño, provocando que pueda despertar muchas veces durante la noche. Además, otro factor a tener en cuenta es el cambio brusco de temperatura al salir de la cama por la mañana, algo que afecta más de lo que pensamos.
Al pasar de un ambiente cálido a un frío repentino, se produce una reacción en el cuerpo: la presión arterial aumenta, las arterias se contraen y el flujo sanguíneo hacia el corazón se reduce. Esta alteración en la circulación puede provocar cambios en el ritmo cardíaco y, en los casos más extremos, aumentar el riesgo de un infarto.
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¿Qué aconsejan los expertos?
Los expertos aconsejan mantener siempre la temperatura de la habitación lo más estable posible durante la noche, idealmente alrededor de los 18 grados. Para ello, lo mejor es contar con sistemas de calefacción que permitan un control preciso de la temperatura. Si no es posible, se recomienda asegurarse de que el resto de la casa esté bien aislada, de manera que el calor no se escape, y se mantenga una temperatura constante en todas las estancias.
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