El obispo de Cádiz investigado por el Vaticano por abusos dice que las acusaciones son falsas
Rafael Zornoza suspende su agenda «para esclarecer los hechos»; el escándalo será la 'patata caliente' del encuentro entre la cúpula de la Iglesia española y el Papa el próximo lunes
El obispado de Cádiz y Ceuta ha salido al paso este lunes de la noticia de que el actual prelado de ambas ciudades, el madrileño ... Rafael Zornoza Boy, de 76 años, está siendo investigado por el Vaticano por, presuntamente, haber abusado sexualmente y de forma continuada de un joven desde que era menor en los años 90, cuando era sacerdote en Getafe y dirigía el seminario de esa diócesis.
Zornoza ha decidido suspender su agenda temporalmente hasta que se esclarezcan los hechos que el obispado niega y califica de «falsos». Este periódico ha confirmado que el Vaticano, a través del Tribunal de la Rota, ha abierto una investigación por pederastia contra el obispo de Cádiz, cuando Zornoza dirigía el seminario de Getafe en los años 90 del siglo pasado. Es la primera vez que un obispo español es investigado por agredir sexualmente a un menor. Según afirma la víctima en su denuncia, adelantada por El País, Zornoza se «metía en su cama casi todas las noches y las mañanas para besarle y tocarle las partes íntimas». Los hechos ocurrieron en la década de los 90, cuando el joven tenía entre 14 y 21 años de edad, pero fue este pasado verano cuando envió una carta directamente al Vaticano denunciando lo ocurrido.
Fuentes de la Santa Sede consultadas por este diario consideraron «creíble» la denuncia, recibida hace unos meses por la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 'ministerio' vaticano encargado de gestionar los casos de pederastia. El escándalo en que se ha visto envuelto Zornoza será sin duda la 'patata caliente' del encuentro que los miembros de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española (CEE) van a mantener con el Papa León XIV en el Vaticano el próximo lunes, una cita adelantada por la revista 'Vida Nueva'. Esa reunión tendrá lugar después de que en las últimas semanas se hayan celebrado en el Vaticano sendos encuentros en los que se ha hablado sobre la situación de la Iglesia de nuestro país y sus relaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez.
El 13 de octubre el Pontífice recibió al cardenal José Cobo, vicepresidente de la CEE y arzobispo de Madrid, mientras que el día 24 de ese mes fue el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, quien se reunió con el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. Fuentes eclesiales reconocieron que en estas citas salió a relucir la gestión de los casos de pederastia por parte de la Iglesia española, dentro de la cual no acaba de entenderse que no se haya hecho efectiva la renuncia al episcopado de Zornoza, de 76 años, antes de que estallara el escándalo por sus presuntos abusos. Todos los obispos deben presentar al Papa su solicitud de jubilación al acercarse a los 75 años, la edad de retiro para los prelados, aunque suelen pasar varios años hasta que el Vaticano finalmente acepta la renuncia.
Acusaciones «falsas»
Según un comunicado enviado por la autoridad eclesiástica gaditana, las acusaciones que se hacen a Zornoza, referidas a hechos que tuvieron lugar hace casi treinta años, «son muy graves y además falsas». El obispado admite que el caso fue registrado la semana pasada en el Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España, la institución competente para estudiar la denuncia y juzgarla aplicando el Derecho Canónico. «Hay una plena confianza en la justicia y se colaborará con ella en todo lo que sea requerido. Al mismo tiempo, es necesario recordar el respeto a la presunción de inocencia que asiste a todas las personas», señala la nota remitida a este periódico por la Oficina de Prensa del obispado de Cádiz, desde donde adelantan que la diócesis no hará más declaraciones hasta conocer la decisión del citado tribunal eclesiástico.
Con todo, Zornoza ha decidido este lunes suspender temporalmente su agenda «para el esclarecimiento de los hechos» y también «para atender el tratamiento de un cáncer agresivo que está recibiendo». Todo indica que esa circunstancia supone igualmente que dejará temporalmente de oficiar misas los domingos en la Catedral y que tampoco asistirá a la asamblea que los obispos celebrarán la semana que viene en Madrid en el seno de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
Fuentes de la propia CEE declaraban por la mañana a este periódico que confían en la justicia canónica -dado que desde el punto de vista civil los hechos denunciados están prescritos- y mostraban su «respeto» absoluto al Tribunal de la Rota, al que ha sido asignado el caso. Dicho órgano tiene su sede principal en Roma, pero también cuenta con otra en España, privilegio otorgado por la Santa Sede. Es precisamente en esta última sede, el Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España, donde se estudiará ahora la denuncia.
«La Iglesia quiere conocer la verdad»
El propio presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, hablaba por la tarde del caso antes de participar en un acto en Gran Canaria. «La valoración personal que yo hago siempre es de dolor ante un acontecimiento así. El hecho de que la Santa Sede haya iniciado la investigación es que concede una verosimilitud a la acusación», afirmaba el jefe de los obispos españoles antes de mostrar a la vez cierta empatía con el religioso que está ahora en el punto de mira. «La Iglesia abre un procedimiento porque quiere conocer la verdad y quiere así acercarse al dolor de uno y de otro, al dolor de una posible víctima y al dolor de un obispo, al que pudiera habérsele acusado falsamente», por lo que pidió no olvidar la «presunción de inocencia».
No obstante, Argüello -que es, a su vez, arzobispo de Valladolid- también quiso resaltar el papel de la corporación eclesiástica en este tipo de casos para no darles carpetazo sin más. «A mí me alegra poder decir que la normativa que tiene la Iglesia y los pasos que se han dado en los últimos años, tanto en la Santa Sede como la Iglesia española, hacen que se estén investigando unos hechos que sucedieron hace en torno a 25 a 30 años y que en la jurisdicción civil están ya prescritos». Volviendo a la situación del propio Zornoza, el presidente de la CEE recordó que ya presentó su renuncia hace unos 15 meses cuando alcanzó los 75 años, edad de jubilación para los obispos. «Las posibilidades de que pudiera ser aceptada su renuncia (ahora), pues seguramente sean altas. Pero no depende de mí ni de la Conferencia», apostilló ante los periodistas.
Zornoza es miembro de la Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias desde marzo 2024, y anteriormente, presidió la Comisión Episcopal del Clero (2017-2020) y fue también miembro de esta Comisión (2011-2017). Además, ha sido miembro de la Comisión Episcopal para Seminarios y Universidades (2006-2014), tal y como recoge la web de la CEE. Fuentes del gobierno de los obispos han apuntado que esta institución no tiene intención de apartar al prelado, tampoco cautelarmente, hasta que se pronuncie el Tribunal de la Rota.
Creó asociaciones juveniles
Rafael Zornoza Boy nació en Madrid el 31 de julio de 1949 y fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1975, con 25 años. Licenciado en Teología Bíblica por la Universidad Pontificia de Comillas y obispo de Cádiz y Ceuta desde 2011, tuvo su primer encargo pastoral en la parroquia de San Jorge, en Madrid, como vicario parroquial, siendo párroco Francisco José Pérez y Fernández-Golfín, que fue primer obispo de Getafe.
Con la creación de la nueva diócesis de Getafe, en 1991, Zornoza pasó a secretario particular del obispo, con el que colaboró de modo muy estrecho. En 1994 ocupó el puesto de director del seminario y en 2005 fue nombrado obispo auxiliar de Getafe hasta que seis años después, el papa Benedicto XVI lo ascendió a obispo de la diócesis de Cádiz y Ceuta. Su lema pastoral es: «Muy gustosamente me gastaré y desgastaré por la salvación de vuestras almas».
En sus años en la diócesis de Getafe, Zornoza potenció la pastoral de juventud y creó asociaciones para la formación cristiana de jóvenes, como la Asociación Juvenil Llambrión y la Escuela de Tiempo Libre Semites, que organizaba campamentos y actividades de montaña.
Es la primera vez que se investiga en España a un prelado por un supuesto caso de abusos a menores. La semana pasada trascendió que la Conferencia Episcopal y la Compañía de Jesús habían apartado provisionalmente de su puesto a un sacerdote jesuita acusado de abusos sexuales a un menor. El religioso, muy vinculado a la iglesia asturiana, ocupaba la dirección de la Comisión de Pastoral Penitenciaria en la CEE.
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