La Ley de Bienestar Animal llegó para cambiar el paradigma de tener una mascota como animal de compañía. Justamente lo que se buscaba era dejar de tener a la animalia como un juguete para que pasara a representar la presencia de un ser humano más en la vivienda. Es decir, que los animales contaran con una cierta seguridad jurídica para que su presencia no estuviera arbitrariamente desprotegida. Entre otras cuestiones, el nuevo texto normativo obligaba a cualquier dueño de un perro a tener un seguro de responsabilidad civil. Hasta ese momento sólo se contemplaba esta obligación en el caso de las consideradas como razas peligrosas. Todo cambió a finales de 2024.
La nueva norma entró en vigor el 29 de septiembre de 2023 y desde aquel entonces se han ido implantando todo el articulado, pero aún no está completa. En esta polémica ley, por toda la polvareda que ha levantado entre propietarios y veterinarios, queda por entrar en vigor los famosos cursos para tener perros. Desde que se conocieran los planes del Gobierno con respecto a esta ley uno de los puntos más controvertidos ha sido dicha formación. Buen por falta de información o por ausencia de explicación, ha cundido el desconcierto al respecto y no fue hasta un congreso organizado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 donde se conocieron algunos de los planes del Ejecutivo. Pero son eso, ideas, planes, nada seguro. Hasta tampoco la fecha a partir de la cual deberán realizarse.
Es la gran duda que queda de la Ley de Bienestar Animal, ante la previsión de que en 2025 debería concretarse dichos cursos, que si bien inicialmente se anunciaron para todos los dueños de canes, en el congreso anteriormente indicado se mostró la posibilidad de que sólo se tengan que presentar todas las personas que vayan a hacerse con la tenencia de un perro por primera vez.
A eso hay que sumarle que la ley tiene la obligación de que todos los dueños de perros cuenten con un seguro de responsabilidad civil ante cualquier daño provocado a terceros. Las empresas de seguros ofrecen estas garantías a partir de entre 25 y 30 euros anuales, evitando así una multa, por infracción leve, que oscila entre los 500 y los 10.000 euros.
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