Los consejos de una jugadora de póker profesional para tomar buenas decisiones

Annie Duke, una de las jugadoras de póker más exitosas del mundo, ha llevado las lecciones aprendidas en las mesas de juego al ámbito de la vida cotidiana, mostrando cómo las estrategias que utiliza en el póker pueden aplicarse a la toma de decisiones en cualquier contexto. Aunque su nombre no sea muy conocido en España, Duke alcanzó la cima del mundo del póker en 2004, cuando ganó dos millones de dólares en un torneo, superando incluso a su propio hermano, quien le enseñó a jugar años atrás.

Tal y como han compartido desde 'Infobae', más allá de su éxito en los torneos, Duke ha demostrado una notable capacidad para extrapolar las enseñanzas del póker a otras facetas de la vida, especialmente en lo que se refiere a la toma de decisiones. En su último libro, publicado recientemente en España bajo el título ¡Abandona! (Alienta Editorial), la jugadora defiende una idea controvertida pero fundamental: el valor de saber cuándo retirarse. En lugar de considerar el abandono como un signo de derrota, asegura que, en muchas ocasiones, es la clave para tomar buenas decisiones y garantizar el éxito a largo plazo.

En su libro Duke abre su reflexión llevando al lector al Everest, el pico más alto del mundo, para contar una historia que ilustra perfectamente su tesis. En 1996, cinco personas murieron tras alcanzar la cima, incluido Rob Hall, uno de los alpinistas más reputados del momento. Hall, junto a otros escaladores, no respetó la hora de regreso, una medida de seguridad crucial que obliga a los alpinistas a comenzar el descenso a una hora determinada, independientemente de lo cerca que estén de la cumbre.

Frente a esta trágica historia, Duke destaca la figura de tres alpinistas que formaban parte de la misma expedición, Stuart Hutchison, John Taske y Lou Kasischke. Ellos sí respetaron la hora de regreso, lo que les permitió salvar sus vidas. Mientras Hall ha sido elogiado en documentales y películas, estos tres alpinistas han pasado desapercibidos, a pesar de que tomaron la decisión correcta en el momento crucial.

«¿Por qué tan pocos recuerdan a estos tres alpinistas que, sabiamente, optaron por dar la vuelta?», se pregunta. «La realidad es que, aunque abandonar puede parecer una debilidad, en muchas ocasiones es una habilidad crucial para tomar buenas decisiones», asegura. Según ella, el problema radica en que la sociedad tiende a glorificar la persistencia a toda costa, sin valorar suficientemente la sabiduría que supone saber cuándo parar.

Uno de los conceptos clave que en su libro es el de «la hora de regreso», una metáfora extraída del alpinismo que puede aplicarse a múltiples situaciones de la vida. Ya sea en el mundo empresarial, en las relaciones personales o en cualquier otro ámbito, saber cuándo retirarse puede ser la diferencia entre el éxito a largo plazo y un fracaso irreversible.

En el Everest, como recuerda Duke, «mueren ocho veces más personas en el descenso que en la ascensión». En este sentido, insiste en que «abandonar es una importante habilidad en la toma de decisiones», por lo que, si tuviera que formar a alguien en cómo tomar decisiones acertadas, «la primera habilidad que trataría de enseñarle sería sin duda la de abandonar».

Pero este concepto, el de abandono, no es exclusivo del alpinismo o del póker. De hecho, Duke destaca cómo en Silicon Valley, la cuna de la innovación tecnológica, el abandono es una parte esencial del proceso de éxito. Los emprendedores, dice, lanzan productos mínimos viables, con la idea de obtener feedback y ajustar sus estrategias, y no tienen miedo de abandonar proyectos o ideas que no funcionen. Este proceso de prueba y error, que puede parecer un fracaso en el corto plazo, es en realidad una herramienta crucial para el éxito a largo plazo.

De igual manera, Duke menciona al cómico Richard Pryor, considerado por muchos como el mejor de todos los tiempos, quien también aplicaba esta filosofía en su trabajo. Pryor no tenía miedo de probar ideas arriesgadas en sus monólogos y, si no funcionaban, abandonarlas rápidamente. Este enfoque le permitió evolucionar como artista y mantenerse en la cima durante décadas.

Lo que la profesional del póker propone en su libro es un enfoque pragmático y realista para la toma de decisiones. No se trata de persistir sin sentido, sino de saber cuándo seguir adelante y cuándo retirarse. Esta habilidad, según Duke, es especialmente útil en un mundo que valora la perseverancia, pero que a menudo olvida el precio que puede tener esa obstinación.

Las decisiones importantes en la vida, como en el póker, no siempre se toman en función de las cartas que uno tiene, sino de la habilidad para evaluar el contexto y saber cuándo es el momento adecuado para retirarse. Tal como enseña en su libro, «es crucial saber cuándo dejarlo antes de que sea demasiado tarde».