Cómo saber qué insecto te ha picado observando la picadura que deja

Las picaduras de insecto son, en ocasiones, un complemento más de nuestro vesturio. Eso sí, de lo más molesto. ¿Cuántas noches en un terraza han terminado con más de una de estas marcas en la piel? A pesar de que a algunas personas les pican más que a otras y son un 'blanco' fácil de estos bichos, todos hemos sido víctimas de su agujón.

Las reacciones que provocan los insectos al picar a sus víctimas suelen ser enrojecimiento, picor e hinchazón, por lo que no es fácil identificar qué bicho es el causante de las molestias.

Desde una araña hasta una chinche, son muchos los insectos que pueden picarnos y es recomendable identificar al autor para saber cómo tratar el pinchazo.

En cuanto pica un mosquito, aparecen unos pequeños bultos rojos y circulares en la zona. Estas picaduras no son alarmates, ya que el único síntoma que producen es inflamación y picor, eso sí, bastante insoportable. La picadura dura de uno a dos días.

Si se empieza a sufrir otro tipo de síntomas como dolor de cabeza, de cuerpo o fiebre, lo más recomendable es acudir al médico, puesto que podría tratarse de un mosquito poco común o de alguna alergia.

Además de un fuerte dolor, el pinchazo de estos insectos crea en las personas una sensación de calor y una gran hinchazón en la zona durante uno o dos días. La zona inflamada queda coronada por un pequeño punto central y una marca blanca que señala donde el aguijón ha perforado la piel.

Las diferencias entre la picadura de una abeja y una avispa residen en el número de veces que te pueden picar. Las abejas sólo pueden picarte una vez ya que dejan su aguijón clavado al hacerlo. Es imprescindible extraerlo con los dedos o con la ayuda de una pinza, para evitar que permanezca dentro. La picadura provoca mucho dolor, aunque su efecto no se prolonga más de dos días.

En cuanto a las avispas, pueden morder y picar, causando dolor y enrojecimiento en la piel. A diferencia de las abejas, conservan su aguijón después de picar por lo que son capaces de atacarte en varias ocasiones si son muy agresivas.

El peligro de estas picaduras reside en si la víctima es alérgica a la toxina venenosa que dejan al picar.

Es otro de los insectos habituales en las vacaciones. Cuando el tábano pica, aparece un nódulo en la piel que causa dolor en la zona de inoculación, ya que muerte y corta la piel. La zona se inflama y aparece un pequeño halo rojizo alrededor. Este insecto, que se alimenta de sangre, puede producir urticaria o una reacción alérgica, así como un ardor agudo e instantáneo.

Las arañas no pican, sino muerden. Según la especie, pueden ser más graves. Por ejemplo, las picaduras de arañas peligrosas como la viuda negra, crean dos marcas de punción y la reacción se manifiesta a través de una roncha, seguida de enrojecimiento. La araña reclusa marrón provoca, con su mordedura, una picadura que tiene aspecto de diana y causa mucho picor.

Las picaduras de estos parásitos se diferencian porque dejan una marca de un rojo intenso, que además puede provocar erupciones y sensación de dolor y ardor. Pueden aparecer, incluso, ampollas. Les suelen gustar las zonas cálidas y húmedas del cuerpo, como el cabello, las axilas o las ingles.

Estos insectos suelen picar en manada y dejando rastro de su paso en forma de múltiples erupciones rojizas a lo largo de una zona concreta del cuerpo a modo de zigzag. Suelen aparecer en manos, pies o cuello.

Cuando pica, la piel se llena de numerosos hinchazones, que aparecen seguidos y juntos. Pueden causar reacciones alérgicas cutáneas, por lo que conviene evitar rascarse para no dañar la piel.

Aunque las hormigas parezcan los insectos más inofensivos, pueden mordernos y más de una vez. Cuando lo hacen, la se inflama, y aparecen protuberancias rojas en la piel, acompañadas de hinchazón. También puede aparecer pus en algunos casos.

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