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El chef José Andrés, ¿candidato al premio Nobel de la Paz?

El chef José Andrés, ¿candidato al premio Nobel de la Paz?

Un congresista demócrata postula al mediático chef español José Andrés para el premio de la Paz por su brigada «socorrista», que acude a los escenarios de catástrofes y cocina para las víctimas

Miércoles, 28 de noviembre 2018, 00:30

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Martin Luther King, Rigoberta Menchú, Lech Walesa, la madre Teresa de Calcuta, Henry Kissinger, el Dalai Lama, Yasser Arafat, Mijaíl Gorbachov podrían tener a partir del año próximo algo en común con José Andrés: un premio Nobel de la Paz. El partido demócrata estadounidense se ha propuesto que el cocinero español más mediático, afincado en ese país desde hace casi tres décadas y nacionalizado hace cuatro años, sea el próximo en ingresar en ese ecléctico club. Una lista que el comité noruego engrosa cada año, desde 1901, con quien considera autor del «mejor trabajo o la mayor cantidad de contribuciones para la fraternidad entre las naciones, la supresión o reducción de ejércitos, así como la participación y promoción de congresos de paz y derechos humanos».

El congresista liberal de Maryland y candidato a la presidencia en 2020, John Delaney, ha enviado una carta a Copenhague en la que ensalza el «compromiso social» del cocinero de Mieres para aportar «soluciones creativas» a las crisis creadas por los desastres naturales. «Gracias a su trabajo, millones de personas han sido alimentadas. Esta es la necesidad humana más básica y Andrés ha demostrado ser una figura de talla mundial en este ámbito humanitario», reza la misiva, que va aún mucho más lejos en la encendida defensa de la candidatura asturiana al galardón de la paz. «Con un increíble espíritu y una mente innovadora, está solventando uno de los problemas más antiguos del planeta y aportando a sus líderes una nueva hoja de ruta para, en el futuro, ofrecer una ayuda más efectiva en un contexto de catástrofe», agrega a los destinatarios, los miembros del jurado, que en la última edición del premio recibieron331 propuestas.

Desde que en 2010 fundó la ONG World Central Kitchen (cocina central del mundo) para responder al devastador terremoto de Haití, los esfuerzos de este discípulo de Ferran Adrià y titular de un imperio al otro lado del Atlántico formado por más de treinta restaurantes y 2.000 empleados nutren su perfil como activista humanitario. Según explica en su propia web, detrás de esa iniciativa se encuentra un «grupo culinario de socorristas que actúa rápidamente para instalar cocinas y alimentar a aquellos que necesitan ayuda inmediata tras las secuelas de un desastre natural». Solo en el último año, asegura en su dominio, esa brigada ha preparado y distribuido más de 4,5 millones de comidas en Puerto Rico, Hawai, Guatemala, Indonesia y, la semana pasada, en una California aún humeante por los peores incendios forestales de su historia.

De la Marina a la Casa Blanca

Criado en la Ciudad Condal, donde estudió cocina tras dejar sin rematar el Bachillerato, debutó en los fogones de la Marina española. En concreto, en los del 'Juan Sebastián Elcano'. Con solo veintidós años decidió saltar el charco y buscarse la vida, primero en Nueva York y luego en Washington, donde acabó instalando su cuartel general y abriendo Minibar, su local más refinado, con dos estrellas Michelin y un selecto aforo de doce comensales, que los Obama convirtieron en su nido gastronómico durante su estancia en la Casa Blanca. En ese tiempo, el exmandatario demócrata, Nobel de la Paz en 2009, empezó por reclutarle para integrar un grupo asesor dirigido a mejorar la atención al turismo en los Estados Unidos y acabó por entregarle el premio al Inmigrante del Año y, en el otoño de 2016, en el momento más caliente del contencioso del chef con el entonces magnate Donald Trump, la Medalla Nacional de Humanidades. Andrés, que supo corresponder después pidiendo el voto para Hillary Clinton, se enfrentaba a una demanda de 10 millones de dólares del hoy presidente republicano por romper un negocio que tenían a medias tras escucharle cargar contra los inmigrantes mexicanos ilegales. En abril de 2017, después de dos años de agrio litigio, ambas partes enterraban el asunto con un acuerdo que nunca trascendió.

De hito en hito, Andrés despacha su última proeza con un «nominan a cualquiera». Su propuesta para recibir el premio de la Paz le llega el mismo año en que 'Time' le ha situado entre las cien personas más influyentes del mundo y en el que la James Beard Foundation le ha designado Humanitario del Año por su despliegue de cocinas de campaña y distribución de comida en Puerto Rico tras los brutales embates de dos huracanes en 2017. ¿Nobel cuisine? Fuego no le falta.

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