Digital o no digital: este es el dilema del senior valenciano

La profesora Esther Sitges, directora del Máster oficial en Gerontología y Salud de la UMH, Carmen Segura , profesora ayudante doctor del área de Ciencia política y de la Administración de la UMH, y Nieves Erades, profesora asociada en el Departamento de Psicología de la Salud de la UMH, indagaron a fondo sobre cómo el acceso a la tecnología puede condicionar los días de quienes llegan al otoño de su vida y alcanzaron una sugerente conclusión: aunque anotan que se aprecia «una tendencia creciente hacia la inclusión digital y la consideración de las necesidades de las PAM en el contexto de la digitalización municipal y provincial», también reclaman «una necesidad palpable de enfocar más esfuerzos en la formación en ciberseguridad y en estrategias específicas para la prevención de la cibervictimización de las PAM». Objetivo, «asegurar su participación segura y confiada en el mundo digital».

En su investigación, las integrantes del grupo de investigación evaluaron las políticas públicas implementadas en distintas instituciones de la Comunitat Valenciana destinadas a promover la inclusión digital de las PAM. Primera observación: su estudio detectó «importantes déficits en la atención a las necesidades específicas de este colectivo, especialmente en lo referente a la prevención de la cibervictimización». De ahí que propusieran en sus conclusiones «mejoras centradas en la participación activa de las PAM en su proceso de alfabetización digital». Por ejemplo, «el desarrollo de programas específicos de ciberseguridad». Una idea dirigirda a «crear e implementar programas que se centren específicamente en la ciberseguridad para las PAM, ofreciendo capacitación adaptada a sus capacidades y necesidades».

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No es la única recomendación que figura en el apartado de conclusiones de su estudio. También avalan la conveniencia de integrar la ciberseguridad «en todos los programas de alfabetización digital»: es decir, «asegurar que todos los programas de formación digital para las PAM incluyan módulos sólidos sobre ciberseguridad, privacidad en línea y prevención de fraudes y estafas digitales». También sugieren abordar la «participación activa de las PAM en el diseño de programas», de manera que e implique al colectivo senior «en el proceso de diseño y desarrollo de programas de formación digital y ciberseguridad, para asegurar que las iniciativas sean relevantes, accesibles y efectivas». Las autoras añaden otra precisión: su invitación a profundizar en la colaboración con expertos en ciberseguridad y organizaciones de la sociedad civil, a través de «alianzas con expertos en ciberseguridad y organizaciones no gubernamentales que trabajan con PAM para desarrollar programas que aborden las preocupaciones y necesidades específicas de seguridad en línea de este grupo».

La investigación de la UMH subraya que el concepto de brecha digital debe entenderse, según acepta la literatura científica al respecto, a las disparidades en el acceso y uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) «entre distintos individuos, grupos o comunidades, es multifacético» y recuerda que este concepto abarca tanto a las limitaciones económicas «como a las diferencias que se producen en el uso efectivo de las herramientas digitales». «La falta de alfabetización digital limita a las personas la capacidad de interactuar de forma efectiva con las TIC, aumentando la exclusión social de algunos colectivos», señalan en alusión a esta franja de población de edad avanzada. De ahí que incluyan la siguiente observación entre sus recomendaciones: apostar por dotar a las administraciones de «un sistema de evaluación para revisar y actualizar regularmente los programas de digitalización y ciberseguridad, adaptándolos a los cambios tecnológicos y a las nuevas formas de cibercrimen».

En su opinión, si los agentes públicos implicados en la protección del colectivo senior siguiera estas sugerencias que plantea su estudio se avanzaría «significativamente» en la Comunitat hacia un horizonte más saludable: una sociedad digital «más inclusiva y segura para las Personas Adultas Mayores, garantizando que este colectivo no solo se beneficie de las oportunidades que brinda la digitalización, sino que también esté protegido de sus riesgos».

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Diputaciones y ayuntamientos de las tres provincias: del aprobado al suspenso, con alguna buena nota

Para conocer exactamente el terreno que pisa el colectivo senior de la Comunitat, la investigación de Sitges, Segura y Erades evalúa la respuesta de instituciones de las tres provincias (sus diputaciones y ayuntamientos de las respectivas capitales) en materia de fomento de la digitalización. A la Diputación de Castellón, por ejemplo, le reprocha esta laguna: «No se identificaron programas o acciones específicas que atiendan directamente las necesidades digitales de las PAM. Mejor opinión merecía el ayuntamiento castellonense (»Se distingue por su compromiso con la inclusión digital, particularmente de las PAM«) y también el de Valencia: »Destaca por su enfoque integral hacia la digitalización considerando tanto la transformación tecnológica de la ciudad como la inclusión social digital«. De la Diputación valenciana afirma que »parece concentrar sus esfuerzos de digitalización en la modernización de infraestructuras y servicios municipales sin abordar directamente las necesidades de formación digital y ciberseguridad para las PAM« y de su homóloga alicantina, que »adopta una postura proactiva en promover la digitalización, enfocándose en la eficiencia administrativa y la gestión de recursos«. Y para el Ayuntamiento de Alicante, una ducha escocesa: agua caliente (»Se proyectan iniciativas para usar la tecnología en beneficio de la gestión de servicios sociales«) y una dosis de agua fría. »«ería beneficioso ver un mayor enfoque en la formación en ciberseguridad», exponen.