Las altas temperaturas dejan casi 40 personas mayores fallecidas en la Comunitat en lo que llevamos de verano
Ante el aumento de muertes por calor en mayores, expertos urgen a seguir pautas clave de hidratación, alimentación y adaptación del hogar
El verano de 2025 está dejando una huella imborrable en la Comunitat Valenciana. Las olas de calor, cada vez más frecuentes y extremas, han convertido ... el inicio de la temporada estival en un desafío para la salud pública, especialmente para los colectivos más vulnerables. Los termómetros han marcado cifras históricas en numerosos municipios, con noches tropicales que apenas dan tregua y un mar que, lejos de refrescar, hierve a casi 28 grados. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha calificado de «anómalas» las temperaturas registradas en junio, tanto en el aire como en el agua, con valores más propios de julio o agosto.
En este contexto, la sombra se ha convertido en un refugio codiciado, y las recomendaciones de evitar salir en las horas centrales del día, vestir ropa ligera y mantener una hidratación constante han pasado de ser consejos a auténticas normas de supervivencia. Sin embargo, para muchas personas mayores, el calor no es solo una incomodidad: es una amenaza real.
Los datos hablan por sí solos. Según el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo), elaborado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), en el verano de 2024 se registraron 1.935 fallecimientos de personas mayores de 65 años en España atribuibles a las altas temperaturas, de los cuales 248 ocurrieron en la Comunitat. Este año, en lo que llevamos de verano, la cifra ya asciende a 535 personas mayores fallecidas en todo el país, 39 de ellas en la Comunitat. Detrás de cada número hay una historia, una familia, una vida truncada por un enemigo silencioso. El calor extremo no afecta a todos por igual, y las personas mayores son, sin duda, quienes más sufren sus consecuencias. La combinación de edad avanzada, enfermedades crónicas y, en muchos casos, soledad, multiplica el riesgo de complicaciones graves e incluso la muerte.
¿Por qué el calor afecta más a las personas mayores?
La doctora Marina Planells, voluntaria y médico de Cruz Roja, explica que: «Los mecanismos de regulación de la temperatura en las personas mayores están estropeados muchas veces, como un coche viejo frente a uno nuevo. O no sienten el calor o no sienten el frío, y los extremos son malos. Por eso, una temperatura muy alta puede afectarles mucho más que a una persona joven o sin patologías». El envejecimiento conlleva una disminución de la capacidad del organismo para adaptarse a los cambios térmicos. Además, muchas personas mayores padecen enfermedades crónicas como insuficiencia cardíaca, diabetes o problemas respiratorios, que se agravan con el calor.
«Un calor muy intenso puede descompensar una insuficiencia cardíaca o una diabetes, y es muy frecuente que en estas altas temperaturas haya descompensaciones graves», advierte la doctora Planells. A esto se suma el efecto de ciertos medicamentos, como los antihipertensivos, que pueden requerir ajustes en verano. «En verano, la presión arterial puede bajar por la vasodilatación que produce el calor, así que a veces hay que revisar la medicación y, sobre todo, estar atentos a la hidratación y a la ingesta de sal, siempre bajo supervisión médica», añade la especialista.
«Hay que estar atentos a la hidratación e ingesta de sal, siempre bajo supervisión médica»
Marina Planells
Médico de Cruz Roja
Uno de los mayores peligros de las altas temperaturas es el golpe de calor, una emergencia médica que puede ser letal si no se detecta a tiempo. La doctora Planells insiste en la importancia de reconocer los síntomas: «Parece una tontería, pero con un golpe de calor severo no se suda. Cuando ves que una persona tiene calor pero no está sudando, la piel está muy reseca, hay falta de lágrimas, apenas orina, aunque beba agua, y además puede empezar a descoordinarse, a decir cosas incoherentes, porque la sangre no llega bien al cerebro. Es fundamental que familiares y cuidadores estén atentos a estos signos».
Otros síntomas de alarma son las náuseas, el malestar general, la desorientación y la sequedad extrema de la piel. «Muchas veces, las personas mayores ya tienen cierta tendencia a la confusión, pero si de repente se muestran más desorientadas de lo habitual, hay que sospechar que puede estar relacionado con el calor», subraya la doctora.
Recomendaciones contra el calor, más allá de lo obvio
Las recomendaciones básicas son conocidas: beber agua con frecuencia, evitar las horas de mayor calor, permanecer en lugares frescos y vestir ropa ligera. Pero, como señala la doctora Planells, hay estrategias adicionales que pueden marcar la diferencia. En materia de alimentación, la clave está en las comidas ligeras. «No es momento de potajes ni de platos muy calóricos y calientes, porque son más difíciles de digerir y asimilar. Las personas mayores tienen más problemas digestivos con el calor, así que lo ideal son ensaladas, frutas, verduras y zumos, que además ayudan a reponer las sales perdidas por el sudor», recomienda.
La adaptación del entorno doméstico es otro aspecto fundamental. «Hay una mala visión del aire acondicionado, pero es mejor que estén fresquitos, no a una temperatura extrema, pero sí constante. Los ventiladores y los aires acondicionados a temperatura estable ayudan mucho, porque los cambios bruscos de temperatura son muy perjudiciales para las personas mayores», explica la doctora Planells. «Salir de una casa a 20 grados y encontrarse con 35 en la calle es fatal, porque el organismo no compensa bien esos cambios». En cuanto a la medicación, es esencial mantener los fármacos en lugares frescos, ya que el calor puede alterar su composición y efectos. Y, ante cualquier síntoma que se prolongue más de una hora y pueda estar relacionado con el calor, consultar siempre con el profesional sanitario.
Protección y acompañamiento en Cruz Roja
Conscientes de la gravedad de la situación, Cruz Roja ha intensificado su campaña de prevención y apoyo a las personas mayores en Valencia. Además de sensibilizar y ofrecer consejos a la población general, la organización desarrolla acciones concretas de intervención con los colectivos más vulnerables. A partir de la próxima semana, Cruz Roja tiene previstas entregas de kits contra el calor para personas mayores y otros colectivos en situación de riesgo, así como talleres de hidratación y llamadas de seguimiento para garantizar que nadie quede desatendido. Estas acciones se enmarcan en el proyecto de «Resiliencia Climática en entornos urbanos», respaldado por la Zurich Foundation y la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que desarrolla acciones de capacitación en Valencia y Madrid para afrontar emergencias como las olas de calor. «Es fundamental que las personas mayores no se sientan solas ante el calor. Nuestro objetivo es acompañarles, informarles y dotarles de recursos para que puedan protegerse y disfrutar del verano con seguridad», exponen desde Cruz Roja. El calor extremo ha llegado para quedarse, y la mejor defensa es la prevención, la información y el apoyo mutuo. Porque detrás de cada cifra hay una vida, y cada vida cuenta.
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