Los alimentos que la DGT pide llevar en el coche cuando nieva

En ese kit, que hace años fue muy criticado y se realizaron numerosas bromas en las redes sociales, se incluían 18 elementos, entre ellos las barritas energéticas. ¿Por qué barritas y no otro alimento? Las barritas son un producto que puede aguantar mucho tiempo en un lugar, que soportan bien el frío y que ocupa poco espacio. son ideales por su poder energético, ya que están formados fundamentalmente por carbohidratos complejos y se pueden encontrar con todo tipo de ingredientes y sabores, incluso con mayor aporte de vitaminas y proteínas.

Las barritas contienen habitualmente cereales y frutos secos, que son otros de los alimentos que son recomendables llevar siempre en el coche ante situaciones de tráfico complicadas que pueden provocar largas estancias dentro del vehículo. En estos casos, cuando no existe posibilidad de salir del coche por la situación del tráfico, por las bajas temperaturas o por ambas a la vez, es muy útil llevar una serie de alimentos que permitan mantener el cuerpo con la suficiente energía.

Además de barritas, frutos secos y cereales, hay alimentos recomendables, como el fuet, chocolate o fruta (el plátano es una buena opción), mientras que expertos añaden otros como conservas, frutas deshidratadas y un bocadillo.

La DGT recomienda añadir anticongelante al radiador para que, con las habituales heladas de in­vierno, este no se fisure provo­cando la pérdida del líquido refri­gerante y una importante avería por calentamiento.

«Si cae nieve y cuaja, no se salga de las roderas creadas por otros vehículos«, recomienda la DGT, que con nieve o hielo pide aumentar la distancia de seguridad y dejar más metros entre nuestro vehículo y el que nos pre­cede. Así tendremos tiempo de reaccionar ante un frenazo, un ac­cidente o una retención.

En situaciones de suelo deslizante, como el que pode­mos encontrar con hielo o nieve en el asfalto, lo mejor será circu­lar siempre con una marcha más de la que requiera la situación habitualmente. Esto va a permi­tir que el motor no se revolucio­ne tanto y minimizará el patinaje de las ruedas de tracción. Todo ello si rodamos en plano o con pendiente de subida, porque si lo que hacemos es bajar una pendiente sobre hielo o nieve, la recomendación es la contraria: marchas cortas para retener el coche con el freno motor y fre­nar con el pie solo cuando sea totalmente imprescindible y de una forma muy suave.

Si aparecen placas de hielo, hay que levantar el pie del acelerador y no frenar hasta recuperar la adheren­cia. Mantener las ruedas rectas al salir de la placa y si es necesario, co­rregir la trayectoria con el volante.

Si no se tiene que superar una gran distancia y no hay pendien­tes, se puede seguir, pero lo más sensato sería poner cadenas, pa­rar en un área de servicio si no se llevan o continuar con cuidado, si se llevan neumáticos de invierno o de todo tiempo.

Al margen de las cadenas y de los neumáticos especiales de invierno o todo tiempo, en un establecimiento especializado el comprador podrá encontrar otros sistemas con mayor o menor efi­cacia. Pero uno de los menos re­comendables es el típico spray que indican echar en los neumá­ticos para salir de una situación embarazosa sobre hielo. «Porque, sin duda, es una pérdida de tiem­po y de dinero, ya que no cumple las expectativas, ni por asomo, y no va a ayudar a salir del atollade­ro a ningún vehículo», explica la DGT.