50.000 dólares a la gestante

La subrogada empezará a descubrir poco a poco que lo de «regalar» la ilusión de un hijo a otra mujer le deja a ella la depresión posparto, la osteoporosis y tantas otras secuelas de una maternidad que en ningún caso será la primera, porque nadie quiere a una primeriza para este encargo. De hecho, las subrogadas reincidentes cobran más. El seguro médico se les acabará a los seis meses y probablemente los masajes, las sesiones de spas y cuántos bonos les hayan dado en el acuerdo contractual para agasajarlas durante la maternidad.

Los 50.000 dólares que les paga la agencia Fertility Heaven, como parte de un proceso que, dependiendo de la agencia y las condiciones, cuesta a los padres entre 120.000 y 300.000. Todas tienen familia, cuanto más estable sea, mejor se cotizarán. «Se buscan madres responsables, saludables, que viven una vida tranquila y pueden dedicarse a esto», explica su propietaria Myriam Torres. «Personas bien especiales de todo el país, entre 21 y 40 años de edad».

Si algo va mal y los abogados de los padres han hecho bien su trabajo, necesitarán su permiso para interrumpir el embarazo. Su cuerpo les pertenece en los siguientes nueve meses a la firma del contrato. Y hasta la pulserita del hospital que probablemente Obregón llevó en la muñeca. En el extraño mundo de EE UU donde cada día más mujeres pueden ir a la cárcel por abortar, la maternidad es un concepto cada vez más difuso.